I. Por qué un cristiano debe bautizarse?
¿Es que acaso el bautismo es necesario para alcanzar la salvación, o me ayudará en alguna
medida a salvarme?
La respuesta es terminante: NO. La Biblia dice: “La sangre de Jesucristo (no el agua) nos
limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). “Por gracia sois salvos, por medio de la fe (no por
medio del agua) ... no por obras (no por hacer lo mejor posible) ...”, Efesios 2:8-9. Es muy
importante ver esto desde el punto de vista divino. Dios ha declarado que “el salario del
pecado es muerte” (Romanos 6:23). Por tanto, yo soy un ser condenado y no puedo hacer
nada para salvarme a mí mismo. Yo debo morir por mis pecados, o algún sustituto sin pecado
debe morir por mí. Esta es la única vía de escape, el único camino de salvación, a través del
cual Dios puede, de una manera justa, perdonarme.
Las buenas noticias del Evangelio son que Cristo murió por mí, y pagó completamente la
deuda contraída a causa de mis pecados, en la cruz. Cuando su obra expiatoria fue
completada, Él exclamó: “¡Consumado es!” Siendo pues así, Dios ofrece perdón y vida
eterna a todo aquel que, arrepentido, recibe a su Hijo Jesucristo, como su Salvador, Señor y
Amo. Cuando yo acepto a Cristo de esta forma personal, vengo a ser un hijo de Dios, (Juan
1:12), soy nacido de nuevo (Juan 3:3) y poseo vida eterna y no pereceré jamás. (Juan
10:27-29).
Mi unión y relación con Dios nunca cesará. Mi comunión o amistad con Él, sí puede ser
interrumpida; pero puede ser restablecida sobre la base de la confesión y apartamiento del
pecado. (1 Juan 1:9). El bautismo no me hace cristiano, pero me señala ante el mundo que
soy cristiano. El bautismo no es un puente al cielo, pero sí es una señal de que soy discípulo
de Cristo.
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