El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

viernes, 15 de diciembre de 2017

CRECIMIENTO EN CRISTO

La salvación transforma nuestra manera de ver el mundo. Ya no tememos el pasado o el futuro, sino que abrazamos un presente lleno de esperanza, amor, entusiasmo y alabanza, porque el Espíritu vive en nosotros.

Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal por su muerte en la cruz. Aquel que subyugó los espíritus demoníacos durante su ministerio terrenal, quebrantó su poder y aseguró su destrucción definitiva. La victoria de Jesús nos da la victoria sobre las fuerzas malignas que todavía buscan controlarnos y nos permite andar con él en paz, gozo y la certeza de su amor. El Espíritu Santo ahora mora dentro de nosotros y nos da poder. Al estar continuamente comprometidos con Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos librados de la carga de nuestras acciones pasadas. Ya no vivimos en la oscuridad, el temor a los poderes malignos, la ignorancia ni la falta de sentido de nuestra antigua manera de vivir. En esta nueva libertad en Jesús, somos invitados a desarrollarnos en semejanza a su carácter, en comunión diaria con él por medio de la oración, alimentándonos con su Palabra, meditando en ella y en su providencia, cantando alabanzas a él, reuniéndonos para adorar y participando en la misión de la iglesia. Al darnos en servicio amante a aquellos que nos rodean y al testificar de la salvación, la presencia constante de Jesús por medio del Espíritu transforma cada momento y cada tarea en una experiencia espiritual. (Sal. 1:1, 2; 23:4; 77:11, 12; Col. 1:13, 14; 2:6, 14, 15; Luc. 10:17-20; Efe. 5:19, 20; 6:12-18; 1 Tes. 5:23; 2 Ped. 2:9; 3:18; 2 Cor. 3:17, 18; Fil. 3:7-14; 1 Tes. 5:16-18; Mat. 20:25-28; Juan 20:21; Gál. 5:22-25; Rom. 8:38, 39; 1 Juan 4:4; Heb. 10:25).

LA EXPERIENCIA DE SALVACIÓN

El Espíritu Santo revela nuestra necesidad de Cristo y, cuando aceptamos la gracia y la salvación de Dios, nos hace nuevas criaturas. El Espíritu edifica nuestra fe y nos ayuda a dejar atrás una vida quebrantada.

Con amor y misericordia infinitos Dios hizo que Cristo, que no conoció pecado, fuera hecho pecado por nosotros, para que nosotros pudiésemos ser hechos justicia de Dios en él. Guiados por el Espíritu Santo sentimos nuestra necesidad, reconocemos nuestra pecaminosidad, nos arrepentimos de nuestras transgresiones, y ejercemos fe en Jesús como Señor y Cristo, como Sustituto y Ejemplo. Esta fe que recibe salvación nos Ilega por medio del poder divino de la Palabra y es un don de la gracia de Dios. Mediante Cristro somos justificados, adoptados como hijos e hijas de Dios y librados del señorío del pecado. Por medio del Espíritu nacemos de nuevo y somos santificados; el Espíritu renueva nuestras mentes, graba la ley de amor de Dios en nuestros corazones y nos da poder para vivir una vida santa. Al permanecer en él somos participantes de la naturaleza divina y tenemos la seguridad de la salvación ahora y en ocasión del juicio (2 Corintios 5:17-21; Juan 3:16; Gálatas 1:4; 4:4-7; Tito 3:3-7; Juan 16:8; Gálatas 3:13-14; 1 Pedro 2:21-22; Romanos 10:17; Lucas 17:5; Marcos 9:23-24; Efesios 2:5-10; Romanos 3:21-26: Colosenses 1:13-14; Romanos 8:14-17; Gálatas 3:26; Juan 3:3-8; 1 Pedro 1:23; Romanos 12:2; Hebreos 8:7-12; Ezequiel 36:25-27; 2 Pedro 1:3-4; Romanos 8:1-4; 5:6-10).

LA VIDA, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO

Dios envío a Jesús, su Hijo, para vivir la vida perfecta que nosotros no podíamos y para morir la muerte que nos merecíamos. Cuando aceptamos el sacrificio de Cristo, tenemos acceso a la vida eterna.

Mediante la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, sus sufrimientos, su muerte y su rresurrección, Dios proveyó el único medio válido para expiar el pecado de la humanidad, de manera que los que por fe acepten esta expiación puedan tener acceso a la vida eterna, y toda la creación pueda comprender mejor el infinito y santo amor del Creador. Esta expiación perfecta vindica la justicia de la ley de Dios y la benignidad de su carácter, porque condena nuestro pecado y al mismo tiempo hace provisión para nuestro perdón. La muerte de Cristo es vicaria y expiatoria, reconciliadora y transformadora. La resurrección de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, y a los que aceptan la expiación les asegura la victoria final sobre el pecado y la muerte. Declara el señorío de Jesucristo, ante quien se doblará toda rodilla en el cielo y en la tierra (Juan 3:16; Isaias 53; 1 Pedro 2:21-22; 1 Corintios 15:3-4, 20-22; 2 Corintios 5:14-15, 19-21; Romanos 1:4; 3:25; 4:25; 8:3-4; 1 Juan 2:2; 4:10; Gálatas 2:15; Filipenses 2:6-11).

EL GRAN CONFLICTO

Satanás acusó a Dios de no ser digno de confianza y de ser injusto. Dios nos dio la libertad de escoger, y la historia humana muestra el resultado de la rebelión, y el increíble poder del amor de Dios para salvarnos.

La humanidad entera se encuentra envuelta en un conflicto de proporciones extraordinarias entre Cristo y Satanás en torno al carácter de Dios, su ley y su soberanía sobre el universo. Este conflicto se originó en el cielo cuando un ser creado, dotado de libre albedrío, se exaltó a sí mismo y se convirtió en Satanás, el adversario de Dios, e instigó a rebelarse a una porción de las angeles. El introdujo el espíritu de rebelión en este mundo cuando indujo a pecar a Adán y a Eva. El pecado produjo como resultado la distorsión de la imagen de Dios en la humanidad, el trastorno del mundo creado y posteriormente su completa devastación en ocasión del diluvio universal. Observado por toda la creación, este mundo se convirtió en el campo de batalla del conflicto universal, a cuyo término el Dios de amor quedará finalmente vindicado. Para ayudar a su pueblo en este conflicto, Cristo envía al Espíritu Santo y a los ángeles leales para que lo guíen, lo protejan y lo sustenten en el camino de la salvación (Apocalipsis 12:4-9; Isaías 14:12-14; Ezequiel 28:12-18; Génesis 3; Romanos 1:19-32; 5:12-21; 8:19-22; Génesis 6-8; 2 Pedro 3:6; 1 Corintios 4:9; Hebreos 1:14).

domingo, 12 de noviembre de 2017

EL GRAN CONFLICTO

«Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente». Apocalipsis 13:16

MIENTRAS SATANÁS trata de destruir a los que honran la ley de Dios, los hará acusar como transgresores de la ley, como personas que están deshonrando a Dios y atrayendo sus castigos sobre el mundo. […]

Los que honran el día de reposo bíblico serán denunciados como enemigos de la ley y del orden, como trasgresores de las restricciones morales de la sociedad, y por lo tanto causantes de anarquía y corrupción que atraen sobre la tierra los juicios de Dios. Sus escrúpulos serán presentados como obstinación, terquedad y rebeldía contra la autoridad. Serán acusados de deslealtad hacia el gobierno. Los pastores que niegan la obligación de observar la ley divina predicarán desde el pulpito que hay que obedecer a las autoridades civiles porque fueron instituidas por Dios. En las asambleas legislativas y en los tribunales se calumniará y condenará a los que guardan los mandamientos. Se falsearán sus palabras, y se atribuirán a sus móviles las peores intenciones.

A medida que las iglesias protestantes rechacen los claros argumentos de la Biblia en defensa de la ley de Dios, desearán imponer silencio a aquellos cuya fe no pueden rebatir con la Biblia. Aunque se nieguen a verlo, el hecho es que están asumiendo una actitud que dará por resultado la persecución de los que se niegan, por motivos de conciencia, a hacer lo que el resto del mundo cristiano está haciendo y a reconocer las afirmaciones hechas en favor del día de reposo papal.

Los dignatarios de la iglesia y del estado se unirán para hacer que todos honren el domingo, y para ello apelarán al soborno, a la persuasión o a la fuerza. La falta de autoridad divina se suplirá con ordenanzas opresoras. La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto a la verdad; y hasta en los Estados Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo y a los legisladores tratar de asegurarse el favor público doblegándose a las exigencias populares por una ley que imponga la observancia del domingo. La libertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya respetada. En el conflicto que está por estallar veremos cumplirse las palabras del profeta: «Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo» (Apoc. 12:17).

 


 



 

¿Cuán inspirada fue Ellen White?

En los últimos años se han planteado muchas preguntas relacionadas con la función adecuada de los escritos de Elena G. de White. ¿Qué relación tienen sus escritos con la Biblia? ¿Fue todo lo que ella escribió inspirado? ¿Ella tiene autoridad doctrinal? ¿Qué es correcto y qué es incorrecto al usar sus escritos? Es crucial que comprendamos el lugar apropiado del ministerio de Elena G. de White a la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día cree que Dios le ha dado inspiración divina a Elena de White. No nos referimos a expresiones proféticas ocasionales, pero esta persona afirma que toda su vida estuvo guiada por la inspiración. Ahora, una persona que dice ser profeta o que recibe mensajes y visiones proféticas debe ser juzgada por un estándar diferente que los cristianos individuales que intentan interpretar las Escrituras. Debemos ser justos y evaluar los reclamos que hace el reclamante a una oficina profética. Si una persona dice haber recibido visiones o una guía directa de Dios, o bien esta persona está inspirada o no lo está. No tenemos las áreas grises que parece que encontramos en otros oradores para Dios. Para un profeta que miente o está equivocado, induce a error a todo un pueblo. Dios no dice una verdad y un error a través del mismo mensajero, o no tendríamos forma de saber qué partes de los mensajes han sido entregados por Dios y cuáles provienen de las propias ideas del profeta. Creo que Dios ejerce un control muy estricto sobre el contenido que revela a Sus mensajeros. O todo lo que el mensajero habla es verdad, o el profeta está impulsado por Satanás o sus propias ideas.
En el caso de Elena G. de White, la última opción, sus propias ideas, queda descartada por los fenómenos físicos que no podrían haber sido autoinducidos. Por lo tanto, sus visiones tenían que venir de Dios o de Satanás. O bien sus visiones son genuinas o son una obra maestra de engaño, y deben ser rechazadas como provenientes de Satanás. Ninguna otra opción está abierta para quien reclama el don profético y ha experimentado los fenómenos físicos de Elena G. de White.



jueves, 9 de noviembre de 2017

JESÚS, EL SEGUNDO ADÁN

  • “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Rom. 5:18, 19 ( CB ) ). ¿Qué contraste se presenta aquí? ¿Qué esperanza se nos ofrece en Cristo?
Como seres humanos, de Adán no recibimos nada más que la sentencia de muerte. No obstante, Cristo intervino y recorrió el terreno donde Adán cayó, soportando todas las pruebas en nombre de los seres humanos. Él redimió el desgraciado fracaso de Adán y su caída y, por consiguiente, como nuestro Sustituto, nos puso en un lugar privilegiado delante de Dios. Por lo tanto, Jesús es el “segundo Adán”.
“El segundo Adán era un ser moral libre, responsable por su conducta. Rodeado por influencias intensamente sutiles y engañosas, estuvo en una condición mucho menos favorable que el primer Adán para vivir una vida sin pecado; sin embargo, en medio de los pecadores, resistió toda tentación a pecar y mantuvo su inocencia. Siempre estuvo sin pecado” (CBA 6:1.074).
Considera estos conceptos opuestos: muerte, vida; desobediencia, obediencia; condenación, justificación; pecado, justicia. ¡Jesús vino y deshizo todo lo que Adán había hecho!
También es fascinante que la palabra don aparezca cinco veces en Romanos 5:15 al 17. ¡Cinco veces! La razón es sencilla: Pablo enfatiza que la justificación no se gana; llega como regalo. Es algo que no merecemos. Como con todo regalo, tenemos que extender la mano y aceptarlo; y en este caso, reclamamos este don por la fe.
¿Cuál fue el mejor regalo que recibiste? ¿Qué lo hacía tan bueno, tan especial? ¿Por qué el hecho de que fuese un regalo, en vez de algo que obtuviste, hace que lo aprecies mucho más? Con todo, ¿cómo se podría comenzar a comparar este regalo con lo que tenemos en Jesús?

Reavivados por su Palabra: Hoy, Daniel 2 – Durante esta semana, PR cap. 50.

Viernes 10 de noviembre // Lección 6    Audio     Diálogo Bíblico     D. Bíblico Resumen

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “Ayuda en la vida cotidiana”, El ministerio de curación, pp. 373-375; “Cristo, el centro del mensaje”, Mensajes selectos, t. 1, pp. 449-451; y “La tentación y la caída”, Patriarcas y profetas, pp. 34-47.
“Muchos están engañados acerca de la condición de su corazón. No comprenden que el corazón natural es engañoso más que todas las cosas, y desesperadamente impío. Se envuelven con su propia justicia y están satisfechos con alcanzar su propia norma humana de carácter” (MS 1:376).
“Hay gran necesidad de que Cristo sea predicado como la única esperanza y salvación. Cuando la doctrina de la justificación por la fe fue presentada [...] llego´ a muchos como el agua que recibe el viajero sediento. El pensamiento de que nos es imputada la justicia de Cristo, no debido a ningún mérito de nuestra parte, sino como una dádiva gratuita de Dios, pareció un pensamiento precioso” (ibíd., p. 422).
“El cual es figura del que había de venir (5:14). ¿En qué sentido es Adán figura de Cristo? Así como Adán se convirtió en causa de muerte para sus descendientes, aunque estos no comieron del árbol prohibido, así también Cristo se convirtió en un dispensador de justicia para los que son suyos, aunque estos no hayan obtenido ninguna justicia; porque mediante la Cruz, él ha conseguido ( justicia) para todos los hombres. La figura de la transgresión de Adán está en nosotros, porque morimos como si hubiésemos pecado como él. La figura de Cristo está en nosotros, porque vivimos como si hubiéramos cumplido toda justicia como él”.–M. Lutero, Commentary on Romans, pp. 96, 97.

EL CONFLICTO TERMINÓ

HA TERMINADO LA LUCHA de los hijos de Dios, quienes han ganado la victoria con Cristo. Ellos visten vestiduras blancas como emblema de la justicia perfecta. Las palmas en sus manos simbolizan que han triunfado; y entonan el canto de alabanza, diciendo: "¡La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el Trono, y al Cordero!" (Apoc. 7:10).
"Ángeles y serafines unen sus voces en adoración. AI ver los redimidos el poder y la malignidad de Satanás, han comprendido, como nunca antes, que ningún poder fuera del de Cristo habría podido hacerlos vencedores. Entre toda esa muchedumbre, m uno se atribuye a sí mismo la salvación, como si hubiese prevalecido con su propio poder y su bondad.
Nada se dice de lo que han hecho o sufrido, sino que el tema de cada canto, la nota dominante de cada antífona es: salvación a nuestro Dios y al Cordero" (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 723).
El conflicto terminó. Toda lucha y toda tribulación quedaron en el pasado: "Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno, porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos" (Apoc. 7:16, 17).
Los redimidos darán la bienvenida a quienes condujeron al Salvador; pero no se detendrán allí, sino que todos se unirán para alabar al que murió por nosotros con himnos de victoria que llenan el cielo. ¡Por fin en casa!, aquella que Cristo fue a preparar: "En la casa de mi Padre muchas moradas hay [...] voy, pues, a preparar lugar para vosotros" (Juan 14:2).
Será glorioso el encuentro con la gran multitud de redimidos de todos los tiempos en el mar de cristal. ¿Estamos listos para esa reunión?
¿O aún nos falta dejar algo, para encontrarnos con Cristo?
"Antes de emprender su misión, los discípulos fueron llamados al monte, con Jesús. Antes del poder y la gloria de Pentecostés, vino la noche de comunión con el Salvador, la reunión en un monte de Galilea, la escena de despedida en el monte de los Olivos, con la promesa de los ángeles, y los días de oración y de comunión en el aposento alto" (White, El ministerio de curación, p. 407).
Oremos para que cuando el fin llegue podamos ir a casa.

sábado, 7 de octubre de 2017

Sábado 7 de octubre 2017 | Devoción Matutina Adultos | Dos santuarios


«Se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el Tabernáculo, diciéndole: “Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte”». Hebreos 8: 5

TAL FUE EL ÚNICO santuario que haya existido en la tierra y del cual la Biblia nos da alguna información. Pablo dijo de él que era el santuario del primer pacto. ¿Pero no tiene el nuevo pacto también el suyo?

Volviendo al libro de los Hebreos, los que buscaban la verdad encontraron que existía un segundo santuario, o sea el del nuevo pacto, al cual se alude en las palabras ya citadas del apóstol Pablo: «Ese primer pacto entre Dios e Israel incluía ordenanzas para la adoración y un lugar de culto aquí, en la tierra» (Heb. 9:1, NTV). El uso de la palabra «incluía» implica que Pablo ha hecho antes mención de este santuario. Volviendo al principio del capítulo anterior, se lee: «Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal Sumo Sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. Él es ministro del santuario y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre» (Heb. 8: 1-2).

Aquí tenemos revelado el santuario del nuevo pacto. El santuario del primer pacto fue edificado por seres humanos; este segundo fue levantado por el Señor. En aquel santuario los sacerdotes terrenales desempeñaban el servicio; en este es Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote, quien ministra a la diestra de Dios. Uno de los santuarios estaba en la tierra, el otro está en el cielo.

Además, el tabernáculo construido por Moisés fue hecho según un modelo. El Señor le ordenó: «El santuario y todo su mobiliario deberán ser una réplica exacta del modelo que yo te mostraré». Y le mandó además: «Procura que todo esto sea una réplica exacta de lo que se te mostró en el monte» (Éxo. 25:9,40, NVI). Y Pablo dice que el primer tabernáculo «es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios»; que sus santos lugares eran «figuras de las cosas celestiales»; que los sacerdotes que presentaban las ofrendas según la ley, ministraban lo que era «la mera representación y sombra de las cosas celestiales», y que «no entró Cristo en el santuario hecho por los hombres, figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora por nosotros ante Dios»




lunes, 2 de octubre de 2017

LA MALDAD IRÁ EN AUMENTO Y ENTONCES VENDRÁ EL FIN

Con dolor en el corazón, el mundo observa la falta de amor y la consecuencia de actos inhumanos forma parte de la vida cotidiana. Parece como si ya no hubiera remedio para frenar la violencia. Acordamos esta mañana con la noticia del mayor tiroteo de la historia de Estados Unidos.
Un tirador abrió fuego contra el público de un festival de música country en el casino Mandalay Bay en Las Vegas (EEUU) en la madrugada de este lunes (2). 50 muertes fueron confirmadas hasta el momento y más de 400 personas resultaron heridas. El tirador abrió fuego a partir del piso 32 del Mandalay Bay, luego se suicidó y fue hallado ya muerto por la policía, que rompió cuarto. Fue identificado como Stephen Craig Paddock, un hombre de 64 años de Mesquite (Nevada), que vivía en Las Vegas. En su cuarto se encontraron varias armas, según el jefe de policía del condado de Clark, Joseph Lombardo.
Sin duda, esa mancha de la sociedad seguirá aumentando, y no soy yo quien dice, sino la Biblia, en Mateo 24:12: “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”. Parece que las personas se resignan a vivir en medio del crimen, debido a la falta de soluciones. Al correr la vista por los principales medios de comunicación quedamos con los nervios alertas, viendo el elevado porcentaje de abuso sexual, robos, asesinatos, etc., que se han ido multiplicando en los últimos años en todo el mundo. Algunas personas se han vuelto tan frías de corazón que ya no les importa la vida de niños, mujeres y ancianos. ¿Qué está pasando?

Origen de la violencia


De acuerdo con el Comentario Bíblico Adventista (CBA) la malevolencia comenzó en el cielo: “Entonces hubo guerra en el cielo, y Satanás, con todos los que con él simpatizaban, fue expulsado. Satanás había guerreado por el dominio del cielo, y había perdido la batalla … “. Después de expulsado del cielo, comenzó su batalla por el dominio de nuestro planeta y el resultado fue que la violencia en la Tierra dio sus primeros pasos, con la caída del hombre y de la mujer en el jardín del Edén.
Después del pecado del hombre, el espíritu de rebelión al que él dio inicio se extendió a toda la creación animal. De esta forma, no sólo la vida del hombre, sino también la naturaleza de los animales, de los árboles del bosque, e incluso el aire que se respiraba contaban de la triste lección del conocimiento del mal. Por eso, la misma creación ahora conspira contra el hombre, por haber sido abusada por él.
Después de expulsados ​​del paraíso, el primer hijo de Adán y Eva, Caín, se convirtió en el primer asesino de la historia y abrió el camino para todas las atrocidades perpetradas por el pecado, desde aquella época hasta nuestros días. A ese ambiente cruel fue Jesús enviado para morir por nosotros y para darnos esperanza; Él vino para enseñarnos el amor cuando dijo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39). Estas palabras fueron pronunciadas en la época en que las personas tenían por lema la venganza: “Ojo por ojo, diente por diente” (Mateo 5:38). Y añadió la advertencia: “Todo lo que, pues, queréis que los hombres os hagan, así hacedlo vosotros también a ellos; porque esta es la Ley y los Profetas “(Mateo 7:12).
Hemos visto que la maldad que conduce a la violencia es muy antigua. La Biblia dice que: “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24:12). El CBA explica que la previsión de Cristo (de que el amor se enfriaría) tuvo su primer cumplimiento décadas antes de la caída de Jerusalén, en el año 70 dC. No obstante, añade que la profecía se cumplirá nuevamente en los últimos días.
En 2 Tesalonicenses 3: 2 se reafirma la profecía: “y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.”.

Esperanza


¿La violencia que presenciamos en nuestros días y que aumentará, de acuerdo con la Escritura, durará para siempre? La Biblia, en Juan 16:33, dice: “[…] En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”. Fue precisamente por eso que Jesús vino a nuestro planeta para dejar dos puntos bien claros: podemos vencer al mundo, a pesar de la aflicción. Y añade: “Estas cosas os he dicho para que tengáis paz en mí”. En medio de tanto dolor y desesperación, en Cristo, podemos encontrar paz.
Pero nuestra lucha contra la falta de amor no durará para siempre. Nuestra salvación está cerca, porque cuando Cristo murió en la cruz y resucitó, Él nos dio la esperanza de que la maldad está con los días contados. Hay un nuevo hogar que Dios nos preparó en el que afirma: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Apocalipsis 21: 4).

¡Qué esperanza!

Esta promesa se repite de forma similar en los versículos de Juan 14: 1-3: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
Aunque los gobiernos no ofrecen seguridad, Jesús le ofrece la paz en medio de la fuerte tempestad. Lea la maravilla dictada por el mismo Jesús en su Palabra, en 2 Tesalonicenses 3: 3: “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.”
El camino hacia un mundo nuevo y sin violencia, tal vez usted ya lo conozca, pero tal vez lo olvidó: ese camino es Jesús. Juan 14: 6 afirma: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Las profecías se cumplen, para nuestro bien, pero la esperanza que nos sostiene a nosotros, como cristianos, es que estamos llamados a sembrar el amor en un mundo carente de ese sustantivo abstracto.
Como mencioné al principio, Mateo 24:12 dice que el amor se enfriará, pero en el verso 13 encontramos otra fórmula actual: “El que persevere hasta el fin, éste será salvo”. En resumen, estamos llamados a perseverar en Cristo, nuestra única esperanza, y que nos ha prometido un mundo nuevo y sin violencia. Usted puede creer.



domingo, 27 de agosto de 2017

Devoción Matutina Adultos Asentada sobre un monte


«Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse». Mateo 5: 14, NVI

DURANTE LOS SIGLOS de tinieblas espirituales, la iglesia de Dios ha sido como una ciudad asentada en un monte. De siglo en siglo, a través de las generaciones sucesivas, las doctrinas puras del cielo se han desarrollado dentro de ella. Por débil e imperfecta que parezca, la iglesia es el objeto al cual Dios dedica en un sentido especial su suprema consideración. Es el escenario de su gracia, en el cual se deleita en revelar su poder para transformar los corazones.

«¿A qué compararemos el reino de Dios? —preguntó Cristo— ¿Qué parábola nos servirá para representarlo?» (Mar. 4: 30). Él no podía emplear los reinos del mundo como símil. No podía hallar en la sociedad nada con que compararlo. Los reinos terrenales son regidos por el ascendiente del poder físico; pero del reino de Cristo está excluida toda arma carnal, todo instrumento de coerción. Este reino está destinado a elevar y ennoblecer a la humanidad. La iglesia de Dios es el palacio de la vida santa, lleno de variados dones, y dotado del Espíritu Santo. Los miembros han de hallar su felicidad en la felicidad de aquellos a quienes ayudan y benefician.

La obra que el Señor le ha encargado a su iglesia es maravillosa, a fin de que su nombre sea glorificado. Se da un cuadro de esta obra en la visión de Ezequiel del río de la salud: «Estas aguas salen a la región del oriente, descienden al Arabá y entran en el mar. Y al entrar en el mar, las aguas son saneadas. Todo ser viviente que nade por dondequiera que entren estos dos ríos, vivirá. […] Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario. Su fruto será para alimento y su hoja para medicina». (Eze. 47: 8-12). […]


Mediante la integridad de José la vida de todo Egipto fue preservada. Mediante Daniel Dios salvó la vida de todos los sabios de Babilonia. Y esas liberaciones son lecciones objetivas; ilustran las bendiciones espirituales ofrecidas al mundo mediante la relación con el Dios a quien José y Daniel adoraban. Todo aquel en cuyo corazón habite Cristo, todo aquel que quiera revelar su amor al mundo, es colaborador con Dios para la bendición de la humanidad. Cuando recibe gracia del Salvador para impartir a otros, de todo su ser fluye la marea de vida espiritual.ç



martes, 15 de agosto de 2017

LA LIBERTAD DE CONCIENCIA AMENAZADA

Todo cardenal, arzobispo y obispo de la iglesia católica, presta su juramento de obediencia  al papa , en el cual se encuentran las siguientes palabras :"Me opondré a los herejes, cismáticos y rebeldes contra  nuestro señor  (el papa) , o sus sucesores y los perseguiré con todo mi poder."-Josías Strong, Our Country, capitulo. 5 párrs.2-4.

¿Estas frases o palabras anteriores, tienen cierto parecido con el #Juramento Jesuita# ?

"Es verdad que hay verdaderos cristianos en la iglesia católica romana. En ella ,millares de personas sirven a Dios según las mejores luces que tienen. Les es prohibido leer su Palabra, debido a lo cual no pueden discernir la verdad. Nunca han visto el contraste que existe entre el culto o servicio vivo rendido con el corazón y una serie de meras formas y ceremonias. Dios mira con tierna misericordia a esas almas educadas en una fe engañosa e insuficiente. Hará penetrar rayos de luz a traves de las tinieblas que las rodean.Les revelará la verdad tal cual es en jesús y muchos se unirán aún a su pueblo.

Pero el romanismo como sistema, no está actualmente más en armonia con el evangelio de Cristo que en cualquier otro periódo de la historia. Las iglesias protestantes se hallan sumidas en grandes tinieblas, pues de lo contrario discernirían las señales de los tiempos.La iglesia romana abarca mucho en sus planes y modos de operación. Emplea toda clase de estratagemas para extender su influencia y aumentar su poder, mientras se prepara para una lucha violenta y resuelta a fin de recuperar el gobierno del mundo, restablecer las persecuciones y deshacer todo lo que el prostentantismo ha hecho. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. Véase el número creciente de sus iglesias y capillas en los paises protestantes.Nótese en Norteamerica la popularidad de sus colegios y seminarios, tan patrocinados por los protestantes. Piénsese en la extensión del ritualismo en Inglaterra y en las frecuentes deserciones a las filas católicas. Estos hechos deberian inspirar ansiedad a todos los que aprecian los puros principios del Evangelio."    ( CS pag 622)

La decoracion y los grandes alardes musicales junto con los grandes edificios de la iglesia católica llaman la atención y dejan boquiabiertos a numerosas almas que no estan fuertes en la Palabra de Dios.La doctrina de Cristo no necesita tales atractivos pues solo sus enseñanzas de la Biblia son puras y elevadas a los pensamientos que Dios nos quiere trasmitir para una mejor comprensión del caracter de ËL.

Bendiciones
Eliseo Cuesta




viernes, 4 de agosto de 2017

La Prioridad de la Promesa

Para Estudiar y Meditar:

“Durante su servidumbre, el pueblo de  Israel había perdido en alto grado el conocimiento de Dios y de los principios del pacto de Abrahán. Al libertarlos de Egipto, Dios trató de revelarles su poder y su misericordia para inducirlos a amarle y a confiar en él. Los llevó al mar Rojo, donde, perseguidos por los egipcios, parecía imposible que escaparan, para que pudieran ver su total desamparo y necesidad de ayuda divina; y entonces los libró. Así se llenaron de amor y gratitud hacia él, y confiaron en su poder para ayudarles. Los ligó a sí mismo como su libertador de la esclavitud temporal.
“Pero había una verdad aun mayor que debía grabarse en sus mentes. Como habían vivido en un ambiente de idolatría y corrupción, no tenían un concepto verdadero de la santidad de Dios, de la extrema pecaminosidad de su propio corazón, de su total incapacidad para obedecer la ley de Dios, y de la necesidad de un Salvador. Todo esto se les debía enseñar” (PP 388).
“La ley de Dios, pronunciada con grandiosidad aterradora desde el Sinaí, es el dictamen de condenación para el pecador. Le corresponde a la ley condenar, pero no hay en ella poder para perdonar o redimir. Es ordenada para vida; lo que caminen en armonía con sus preceptos recibirán la recompensa de la obediencia; pero causa servidumbre y muerte para los que permanecen bajo su condenación” ”.—“Comentarios de Elena G. de White”, Comentario bíblico adventista, t. 6, p. 1094.

Resumen: La promulgación de la ley en Sinaí no invalidó la promesa que Dios hizo a Abraham, ni tampoco alteró las estipulaciones de la promesa. La ley fue dada para que el pueblo pudiera captar la verdadera extensión de su pecaminosidad y reconocer su necesidad de la promesa de Dios a Abraham y sus descendientes.



miércoles, 2 de agosto de 2017

Devoción Matutina Adultos Fortaleza de Dios

«Para que, si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y defensa de la verdad». 1 Timoteo 3: 15

LA IGLESIA ES EL MEDIO señalado por Dios para la salvación de la humanidad.

Ha sido organizada para servir, y su misión es la de anunciar el evangelio al mundo.

Desde el principio ha sido el plan de Dios que su iglesia refleje al mundo su plenitud y suficiencia. Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de revelar su gloria. La iglesia es la depositarla de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la iglesia se manifestará con el tiempo, aun a «los principados y potestades en los lugares celestiales» (Efe. 3: 10), el despliegue final y pleno del amor de Dios.

Muchas y maravillosas son las promesas registradas en las Escrituras en cuanto a la iglesia. «Porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos» (Isa. 56: 7). «Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno. […] Les daré una tierra famosa por sus cosechas. No sufrirán hambre en la tierra, ni tendrán que soportar los insultos de las naciones. Entonces sabrán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que ellos, el pueblo de Israel, son mi pueblo. Yo, el Señor omnipotente, lo afirmo, y afirmo también que yo soy su Dios y que ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado» (Eze. 34: 26, 29-31, NVI). […]

La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que él sostiene en un mundo en rebelión. Cualquier traición a la iglesia es traición hecha a Aquel que ha comprado a la humanidad con la sangre de su Hijo unigénito. Desde el principio, las almas fieles han constituido la iglesia en la tierra. En todo tiempo el Señor ha tenido sus atalayas, que han dado un testimonio fiel a la generación en la cual vivieron. Estos centinelas daban el mensaje de amonestación; y cuando eran llamados a deponer su armadura, otros continuaban la labor. Dios ligó consigo a estos testigos mediante un pacto, uniendo a la iglesia de la tierra con la iglesia del cielo. Él ha enviado a sus ángeles para ministrar

a su iglesia, y las puertas del infierno no han podido prevalecer contra su pueblo.

A través de los siglos de persecución, lucha y tinieblas, Dios ha sostenido a su iglesia.

Ni una nube ha caído sobre ella sin que él hubiera hecho provisión; ni una fuerza opositora se ha levantado para contrarrestar su obra, sin que él lo hubiera previsto.


Todo ha sucedido como él lo predijo. Él no ha dejado abandonada a su iglesia, sino que ha señalado en las declaraciones proféticas lo que ocurriría, y se ha producido aquello que su Espíritu inspiró a los profetas a predecir. Todos sus propósitos se cumplirán. Su ley está ligada a su trono, y ningún poder del maligno puede destruirla. La verdad está inspirada y guardada por Dios; y triunfará contra toda oposición.



martes, 1 de agosto de 2017

LA PALABRA DE DIOS ESCRITA

Antiguo Testamento

Dentro del Antiguo Testamento encontramos los siguientes libros:
  • Pentateuco  – Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio
  • Históricos – Josué, Jueces, Ruth, I Samuel, II Samuel, I Reyes, II Reyes, I Paralipómenos o Crónicas, II Paralipómenos o Crónicas, Esdras, Nehemías, Tobías, Judit, Ester, I Macabeos, II Macabeos.
  • Poéticos y sapienciales – Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, El Cantar de los Cantares, Sabiduría, Eclesiástico.
  • Profetas mayores – Isaías, Jeremías, Lamentaciones de Jeremías, Baruc, Ezequiel, Daniel.
  • Profetas menores – Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías




Nuevo Testamento

  • Los Evangelios – Evangelio según San Mateo, Evangelio según San Marcos, Evangelio según San Lucas, Evangelio según San Juan. Hechos de los Apóstoles.
  • Cartas de San Pablo – A los Romanos, I a los Corintios, II a los Corintios, A los Gálatas, A los Efesios, A los Filipenses, A los Colosenses, I a los Tesalonicenses, II a los Tesalonicenses, I a Timoteo, II a Timoteo, A Tito, A Filemón. Carta a los Hebreos.
  • Cartas Católicas – Epístola de Santiago, Epístola I de San Pedro, Epístola II de San Pedro, Epístola I de San Juan, Epístola II de San Juan, Epístola III de San Juan, Epístola de San Judas. Apocalipsis.

Datos interesantes sobre la Biblia




¿Quién escribió estos libros?

Fueron escritos bajo la inspiración de 40 autores diferentes, quienes se dedicaban a todo tipo de oficio: granjeros, médicos, pescadores, curas, filósofos, reyes… A pesar de las diferencias en sus ocupaciones y de los años que se tardó en construir la Biblia, es un texto extremadamente cohesivo y unificado.

¿Quién fue al autor que más libros escribió en el Antiguo Testamento? Y, ¿en el Nuevo?

En el Antiguo Testamento el autor que más libros escribió fue Moisés, cinco libros referidos a ellos como el Pentateuco, la fundación de la Biblia. En el Nuevo Testamento, el autor que más libros escribió fue el Apóstol Pablo, 14 libros, aproximadamente la mitad de todos ellos.

¿Cuándo fue escrita la Biblia?

Fue escrita durante un periodo de 1.500 años, entre 1.450 A.C. (el tiempo de Moisés) hasta aproximadamente el 100 D.C. (siguiendo a la muerte y resurrección de Jesucristo).

¿Cuál es el manuscrito completo más antiguo que existe?

El Codex Vaticanus, que data de la primera mitad del siglo cuarto. Está localizado en la biblioteca del Vaticano, en Roma.


sábado, 22 de julio de 2017

Devoción Matutina Adultos El ejemplo de Juan el Bautista

«Porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre». Juan 1:15

COMO PROFETA, Juan había de «hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto» (Luc. 1:17). Al preparar el camino para la primera venida de Cristo, representaba a aquellos que han de preparar un pueblo para la segunda venida de nuestro Señor. El mundo está entregado al pecado. Abundan los errores y las fábulas. Se han multiplicado las trampas de Satanás para destruir a las almas. Todos los que quieran alcanzar la santidad en el temor de Dios deben aprender las lecciones de temperancia y dominio propio. Las pasiones y los apetitos deben ser mantenidos en sujeción a las facultades superiores de la mente. Esta disciplina propia es esencial para la fuerza mental y la percepción espiritual que nos han de habilitar para comprender y practicar las sagradas verdades de la Palabra de Dios. Por esta razón, la temperancia ocupa un lugar en la obra de prepararnos para la segunda venida de Cristo.

En circunstancias normales, el hijo de Zacarías habría sido educado para el sacerdocio. Pero la educación de las escuelas rabínicas le habría arruinado para su obra. Dios no envió a Juan a los maestros de teología para que aprendiese a interpretar las Escrituras. Lo llamó al desierto, para que aprendiese de la naturaleza, y del Dios de la naturaleza.

Fue en una región solitaria donde halló hogar, en medio de las colinas áridas, de los desfiladeros salvajes y las cuevas rocosas. Pero él mismo quiso dejar a un lado los goces y lujos de la vida y prefirió la severa disciplina del desierto. Allí lo que le rodeaba favorecía la adquisición de sencillez y abnegación. Sin ser interrumpido por los clamores del mundo, podía estudiar las lecciones de la naturaleza, de la revelación y de la Providencia. Las palabras del ángel a Zacarías habían sido repetidas con frecuencia a Juan por sus padres temerosos de Dios. Desde la niñez, se le había recordado su misión, y él había aceptado el cometido sagrado. Para él la soledad del desierto era una manera bienvenida de escapar de la sociedad en la cual las sospechas, la incredulidad y la impureza, lo compenetraban casi todo. Desconfiaba de su propia fuerza para resistir la tentación, y huía del constante contacto con el pecado, a fin de no perder el sentido de su excesiva pecaminosidad.


Dedicado a Dios como nazareno desde su nacimiento, hizo él mismo voto de consagrar su vida a Dios.



jueves, 20 de julio de 2017

Devoción Matutina Adultos El poder de la temperancia

«Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios». 1 Corintios 6: 20, NBLH

HAY QUE ENSEÑAR y practicar la temperancia en todos los aspectos de la vida.

La temperancia en el comer, el beber, el dormir y el vestir es uno de los grandes principios de la vida cristiana. La verdad, colocada en el santuario del alma, guiará en el trato del cuerpo. Nada que ataña a la salud del ser humano ha de considerarse con indiferencia. Nuestro bienestar eterno depende del uso que hagamos en esta vida de nuestro tiempo, energía e influencia.

Tan solo se nos da esta vida aquí en alquiler; y cada uno debiera preguntarse: ¿Cómo puedo invertir mi vida para que dé la mayor utilidad?

El desarrollo propio es nuestro primer deber hacia Dios y nuestro prójimo. Debiera cultivarse hasta el más alto grado de perfección cada destreza con que Dios nos ha dotado, a fin de que podamos realizar la mayor cantidad de bien de que somos capaces. Por lo tanto, el tiempo que se destina al establecimiento y la preservación de una sólida salud física y mental es tiempo provechosamente empleado. No podemos permitirnos menguar o dañar una sola función de la mente o del cuerpo por el trabajo excesivo o por el abuso de cualquier parte de la maquinaria viviente. Tan ciertamente como lo hagamos, sufriremos las consecuencias. […]

Los que desempeñan puestos de confianza deben tomar diariamente decisiones de gran trascendencia. A menudo deben pensar con rapidez, y esto solo pueden hacerlo con éxito los que practican la estricta temperancia. La mente se fortalece bajo la influencia del correcto tratamiento dado a las facultades físicas e intelectuales. Si el esfuerzo no es demasiado grande, cada nueva tarea añade nuevo vigor. [… ]

Los que, como Daniel, rehúsen contaminarse, cosecharán la recompensa de sus hábitos de temperancia. Con su mayor fibra física y mayor resistencia, tienen un capital del que pueden disponer en un caso de emergencia.

Los hábitos físicos correctos estimulan la superioridad mental. El poder intelectual, la fortaleza física y la longevidad dependen de leyes inmutables. En esto, no hay nada librado al azar o a la casualidad. Dios no intervendrá para preservar a los seres humanos de las consecuencias de haber violado las leyes de la naturaleza.

 

 

miércoles, 19 de julio de 2017

Devoción Matutina Adultos La capacidad de pensar y actuar

«¡La sabiduría vale más que las piedras preciosas!». Job 28: 18

LAS SAGRADAS ESCRITURAS son la norma perfecta de la verdad y, como tales, se les debería dar el primer lugar en la educación. Para obtener una educación digna de tal nombre, debemos recibir un conocimiento de Dios, el Creador, y de Cristo, el Redentor, según están revelados en su Palabra.

Todo ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. La gente en quien se desarrolla esta facultad es la que lleva responsabilidades, la que dirige empresas, la que influye sobre los demás. La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros. En vez de restringir su estudio a lo que otros han dicho o escrito, los estudiantes tienen que ser dirigidos a las fuentes de la verdad, a los vastos campos abiertos a la investigación en la naturaleza y en la revelación.

Al contemplar las grandes realidades del deber y del destino, la mente se expandirá y se robustecerá. En vez de jóvenes educados, pero inseguros, las instituciones del saber deben producir jóvenes fuertes de ideas y de acción, jóvenes dueños de sí mismos y no esclavos de las circunstancias, jóvenes que posean amplitud de mente, claridad de pensamiento y valor para defender sus convicciones.

Semejante educación provee algo más que disciplina mental; proporciona algo más que preparación física. Fortalece el carácter, de modo que no se sacrifiquen la verdad y la justicia al deseo egoísta o a la ambición mundana. Fortalece la mente para su lucha contra el mal. En lugar de que algún vicio dominante llegue a ser un poder destructor, se amoldan cada motivo y deseo a los grandes principios de la justicia. Al espaciarse en la perfección del carácter de Dios, la mente se renueva y el alma vuelve a crearse a su imagen.

El ideal que Dios tiene para sus hijos está por encima del alcance del más elevado pensamiento humano. La meta que hemos de alcanzar es la piedad, la semejanza a Dios. Ante el estudiante se abre un camino de progreso continuo. Tiene que alcanzar un objetivo, lograr una norma que incluye todo lo bueno, lo puro y lo noble. Progresará tan rápidamente e irá tan lejos como le sea posible en todos los aspectos del verdadero conocimiento. Pero, así como son más altos los cielos que la tierra, sus esfuerzos se encauzarán hacia fines mucho más elevados que el mero egoísmo y los intereses temporales.



lunes, 17 de julio de 2017

Devoción Matutina Adultos Obtener conocimiento de Dios

«El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia». Proverbios 9: 10

ASÍ COMO SUCEDIÓ con nuestro Salvador, estamos en este mundo para servir a Dios. Estamos aquí para asemejarnos a Dios en carácter, y mostrarlo al mundo por medio de una vida de servicio. Para ser colaboradores con Dios, a fin de ser semejantes a él y revelar su carácter, debemos conocerle tal como es, tal como él mismo se revela.

El conocimiento de Dios es el fundamento de toda verdadera educación y de todo servicio verdadero. Es la única salvaguardia contra la tentación. Es también lo único que puede hacernos semejantes a Dios en carácter. Tal es el conocimiento que necesitan cuantos trabajan a favor de sus semejantes. La transformación del carácter, la pureza de vida, la eficacia en el servicio; la adhesión a los principios verdaderos, todo esto depende del verdadero conocimiento de Dios. Este conocimiento es la preparación esencial para esta vida y para la futura. […]

Los elementos de la naturaleza que ahora contemplamos nos dan apenas un débil concepto de la gloria del Edén. El pecado afectó la belleza de la tierra, y por todas partes pueden verse los estragos del mal. No obstante, queda aún mucha hermosura. La naturaleza atestigua que un Ser infinito en poder, grande en bondad, misericordia y amor, creó la tierra y la llenó de vida y de alegría. Aunque deteriorada, la naturaleza manifiesta la obra de la mano del gran Artista y Maestro. Por dondequiera que nos volvamos, podemos oír la voz de Dios y ver evidencias de su bondad.

Desde el solemne retumbar del trueno y el bramido incesante del viejo océano, hasta los alegres cantos que hacen de las selvas un concierto de melodías, las miles de voces de la naturaleza entonan las alabanzas de Dios. Contemplamos su gloria en la tierra, en el mar y en el firmamento, con sus maravillosos tintes y colores, que varían en grandioso contraste o se armonizan unos con otros. Los perennes collados nos hablan de su poder. Los árboles que hacen ondear sus verdes banderas bajo los rayos del sol, y las flores en su delicada belleza, nos señalan al Creador. El vivo verdor que alfombra la tierra nos habla del solícito cuidado de Dios por sus criaturas más pequeñas. Las cavernas del mar y las profundidades de la tierra revelan sus tesoros. […] Todo el brillo y la belleza que adornan la tierra e iluminan los cielos, hablan de Dios