El destino del Mundo
Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos
sábado, 14 de enero de 2017
Los Testimonios para la iglesia
A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última amonestación
al mundo se extiende, resulta más importante para los que
aceptan la verdad presente tener una clara comprensión de la naturaleza
e influencia de los Testimonios, que en su providencia Dios
vinculó con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo
nacimiento.En los tiempos antiguos Dios habló a los hombres por la boca de
los profetas y apóstoles. En estos días les habla por los Testimonios
de su Espíritu. Nunca hubo un tiempo en que Dios instruyera a su
pueblo más fervientemente de lo que lo instruye ahora acerca de su
voluntad y de la conducta que quiere que siga...
Las amonestaciones y los reproches no son dados a los que
yerran entre los adventistas del séptimo día porque su vida merezca
más censura que la de los que profesan ser cristianos en las iglesias
nominales,... sino porque tienen gran luz, y han asumido por su
profesión la posición de pueblo especial y escogido de Dios, teniendo
su ley escrita en su corazón. Los mensajes que me eran dados para diferentes personas los
escribía frecuentemente para ellas, haciéndolo en muchos casos en
respuesta a su urgente pedido. A medida que mi obra se extendía,
esto llegó a ser una parte importante y pesada de mis labores.
En una visión que me fue dada hace como veinte años “me fue ordenado que presentara principios generales, al hablar y
escribir, y que al mismo tiempo especificara los peligros, errores y
pecados de algunas personas, para que todos pudiesen ser amonestados,
reprendidos y aconsejados. Vi que todos deben escudriñar
su corazón y su vida detenidamente, para ver si no han cometido
los mismos errores por los cuales otros fueron corregidos, y si las
amonestaciones dadas para otros no se aplican a su propio caso. Si
así sucede, deben sentir que las reprensiones y el consejo fueron
dados especialmente para ellos, y deben darles una aplicación tan
práctica como si se les hubiesen dirigido especialmente. Dios quiere probar la fe de todos los que aseveran seguir a Cristo. El probará la
sinceridad de las oraciones de todos aquellos que aseveran desear
fervientemente conocer su deber. Les presentará claramente su deber.
Les dará amplia oportunidad de desarrollar lo que está en su
corazón”.
El Señor reprende y corrige a aquellos que profesan guardar
su ley. Les señala sus pecados y les revela su iniquidad, porque
desea que se separen de todo pecado e iniquidad, a fin de poder
perfeccionar la santidad en su temor. Los reprende y corrige, a fin
de que sean refinados, santificados, elevados y finalmente exaltados
a su propio trono.
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