EL DEFECTO DEL ANTIGUO PACTO
El tema del Antiguo Pacto y Nuevo Pacto es otro de los temas que tiene confundido a la mayoría de Cristianos, inclusive hay denominaciones religiosas que se auto denominan del Nuevo Pacto.
La mayoría de iglesias protestantes sostienen que Antiguo Pacto era la ley gravada en tablas de piedra, y que ahora en el nuevo pacto esa ley desaparece, porque estamos bajo la gracia y no bajo la ley.
Para comprender este tema dejaremos que la misma Biblia se explique sola, veremos que es Antiguo Pacto y Nuevo Pacto; y cuál es la diferencia de ambos, y que fue lo que cambio con la muerte de Cristo.
EL ANTIGUO PACTO
El antiguo pacto tenía tres aspectos incluidos 1) Sacrificios de animales por la culpa, 2) Sacerdocio imperfecto, 3) La ley gravada en tablas de piedra.
1)-SACRIFICIOS: “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Jehová sobre cosas que no se han de hacer, e hiciere alguna de ellas; si el sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo, ofrecerá a Jehová, por su pecado que habrá cometido, un becerro sin defecto para expiación.” Levítico 4:2-3 RVR1960
2)-SACERDOCIO IMPERFECTO: “Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;...que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.” Hebreos 7:23, 27-28 RVR1960
3)-LA LEY EN TABLAS DE PIEDRA: “Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.” Deuteronomio 4:13 RVR1960
EL NUEVO PACTO
La muerte de Cristo modificó ciertos aspectos del antiguo pacto, 1) Hoy nadie mata corderos por el pecado, porque Cristo es el cordero, 2) Cristo es el sacerdote perfecto según el orden de Melquisedec; y 3) La ley gravada en tablas de piedra ahora se acribe en la mente y el corazón.
“porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.” S. Mateo 26:28 RVR1960
1)-CRISTO ES EL CORDERO “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” 1 Corintios 5:7 RVR1960
Sacrificios incapaces “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.” Hebreos 10:1-4 RVR1960
2)-CRISTO NUETRO SACERDOTE. Cristo nuestro sumo sacerdote que no tiene que ofrecer sacrificio por sí mismo, mientras que los otros si: “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.” Hebreos 8:6-7 RVR1960
3)-LA MISMA LEY SE ESCRIBE EN EL CORAZÓN Y LA MENTE “Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Éste es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,” Hebreos 10:15-16 RVR1960
Al examinar las escrituras hemos notado que el defecto del antiguo pacto no radicaba en las leyes divinas, sino en el corazón del hombre, está es la razón de la venida de Cristo, trasformar el corazón del hombre en una nueva criatura para que este en armonía con sus leyes (Romanos 8:7,8; Ezequiel 36:25-27). Por otro lado el defecto del antiguo pacto radicaba también en un sacerdocio imperfecto, que tenían que morir y presentar sacrificios por sí y por el pueblo, mientras que Cristo es eterno y no tiene que presentar sacrificio alguno por sí.
“Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,”
Hebreos 10:11-12 RVR1960
Hebreos 10:11-12 RVR1960
EL NUEVO PACTO Y LA LEY
Así como en el antiguo pacto existían la ley, también existe en el nuevo pacto, la diferencia es el lugar donde se escriben. Antes era en tablas de piedra; hoy Dios la escribe en la mente y el corazón. La ley no cambia, pues es eterna como Dios mismo.
“Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios, Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades. Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad. No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.” Salmos 89:30-34 RVR1960
“Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud.” Salmos 111:7-8 RVR1960
JESUS Y LA LEY
Muchos creen que Jesús modificó ciertos aspectos de la ley, pero al examinar las palabras de Jesus notaremos que la vindicó y la hizo más severa, Jesús no vino a quitar ningún mandamiento del Padre, vino a exaltar la ley del Padre, solo veamos las primeras palabras del sermón de la montaña.
“»No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor.” San Mateo 5:17 DHH.
Juan Calvino un reformador protestante cometo sobre este texto, y dijo: “No debemos imaginarnos que la venida de Cristo nos ha librado de la autoridad de la ley: porque es la regla eterna de una vida devota y santa, y debe, por lo tanto, ser tan inmutable, como la justicia de Dios, la cual abarcó, es constante y uniforme.” “La ley no ha sufrido ninguna disminución de su autoridad, sino que debe siempre recibir de nosotros la misma veneración y obediencia.”
También Juan Wesley un reformador protestante comenta: En contestación al aserto de que a la muerte de Cristo quedaron abolidos los preceptos del Decálogo juntamente con los de la ley ceremonial, decía: “La ley moral contenida en los Diez Mandamientos y sancionada por los profetas, Cristo no la abolió. Al venir al mundo, no se propuso suprimir parte alguna de ella. Esta es una ley que jamás puede ser abolida, pues permanece firme como fiel testigo en los cielos [...]. Existía desde el principio del mundo, habiendo sido escrita no en tablas de piedra sino en el corazón de todos los hijos de los hombres al salir de manos del Creador. Y no obstante estar ahora borradas en gran manera por el pecado las letras tiempo atrás escritas por el dedo de Dios, no pueden serlo del todo mientras tengamos conciencia alguna del bien y del mal. Cada parte de esta ley ha de seguir en vigor para toda la humanidad y por todos los siglos; porque no depende de ninguna consideración de tiempo ni de lugar ni de ninguna otra circunstancia sujeta a alteración, sino que depende de la naturaleza de Dios mismo, de la del hombre y de la invariable relación que existe entre uno y otro. – {CS 266.1}
Elena White la pionera Adventista también dice: "El aserto de que Cristo abolió con su muerte la ley de su Padre no tiene fundamento. Si hubiese sido posible cambiar la ley o abolirla, entonces Cristo no habría tenido por qué morir para salvar al hombre de la penalidad del pecado. La muerte de Cristo, lejos de abolir la ley, prueba que es inmutable. El Hijo de Dios vino para engrandecer la ley, y hacerla honorable. Isaías 42:21. Él dijo: “No penséis que vine a invalidar la ley”; “hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley”. Mateo 5:17, 18 (VM). Y con respecto a sí mismo declara: “Me complazco en hacer tu voluntad, oh Dios mío, y tu ley está en medio de mi corazón”. Salmos 40:8 (VM). La ley de Dios, por su naturaleza misma, es inmutable. Es una revelación de la voluntad y del carácter de su Autor. Dios es amor, y su ley es amor. Sus dos grandes principios son el amor a Dios y al hombre. “El amor pues es el cumplimiento de la ley”. Romanos 13:10 (VM). El carácter de Dios es justicia y verdad; tal es la naturaleza de su ley. Dice el salmista: “Tu ley es la verdad”; “todos tus mandamientos son justos”. Salmos 119:142, 172 (VM). Y el apóstol Pablo declara: “La ley es santa, y el mandamiento, santo y justo y bueno”. Romanos 7:12 (VM). Semejante ley, expresión del pensamiento y de la voluntad de Dios, debe ser tan duradera como su Autor". – {CS 460.3}
Eliseo Cuesta
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