El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

martes, 14 de abril de 2020

NOS ESTAN TOMANDO EL PELO


Hola amig@s: con este texto de la señora Carmen ferreras  y con el video de la doctora argentina ;quiero que vosotr@s tengais la certeza de que la verdad hay que emitirla a todo el mundo.
La propagación de las noticias falsas o 'fake news' como se dice ahora pegándole una patada al riquísimo diccionario español, corre rauda y paralela al COVID-19. Este tipo de noticias cuentan con el altavoz de las redes sociales que propician una rápida difusión de estos bulos en los que todos acabamos cayendo. Algunos se presentan tan bien, con tantos tintes de verosimilitud, que nos lanzamos sin paracaídas a su difusión, haciéndole el caldo gordo al emisor. Alguien tiene que poner remedio a semejante proliferación porque estamos invadidos. El ministerio de Justicia está obligado a mover ficha. Y lo hará, no se sabe cuándo, pero lo hará. En principio, su titular ha asegurado que el Gobierno no quiere que la impunidad ampare a sus autores. Para conseguirlo están dispuestos a revisar los instrumentos legales para impedir estos bulos y para que los intoxicadores "no se vayan de rositas". Estoy de acuerdo con el ministro en una cosa: "Tenemos un problema como sociedad con la irrupción de las 'fake news'". Pero, esto no es nuevo. Hace tiempo que tuvieron que dejar caer su atención preferente en esta nueva modalidad que no aporta otra cosa que cabreos y dolores de cabeza. Cuando se revisen estas cosas, cabe esperar que se haga con pulcritud, con transparencia, con la debida higiene política que falta en la actualidad. Es decir, que tan punibles son los bulos que parten de la derecha como aquellos también demoledores que parten de la izquierda. No sé si directamente de determinadas siglas, simplemente de simpatizantes o puede que de españoles pertenecientes al nutrido sector 'hasta el moño'. No sé quién ha sido el listo, creo que Pablo Iglesias, que ha visto en la irrupción de las noticias falsas, tomando como excusa la pandemia, como una forma de debilitamiento del Estado. Para eso no es necesario que nadie se invente nada. Basta con que aparezcan en ruedas de prensa y otras comparecencias, el ministro del Interior, señor Grande Marlaska, el ahora director general, Fernando Simón, el ministro Abalos, Pablo Iglesias y el propio Pedro Sánchez, para que el Gobierno se debilite por sus propios medios, con sus propios recursos dialecticos haciendo extensivo el debilitamiento al Estado.

No se pueden contar verdades a medias, no se pueden tejer mentiras y soltárselas a los ciudadanos como el que no quiere la cosa, no se puede ocultar la verdad y pretender el aborregamiento de la sociedad española. Esta es una sociedad inteligente y luchadora, un poco crédula, a veces manejable, otras indómita, pero nunca estúpida como para no darse cuentas de quien la quiere manejar, de quien la quiere manipular. Me viene a la memoria una frase de Adolfo Suárez: "Se puede prescindir de una persona en concreto. Pero no podemos prescindir del esfuerzo que todos juntos hemos de hacer para construir una España de todos y para todos" Precisamente en eso es en lo que no han caído los políticos de medio pelo que alardean de sus bondades, que actúan como telepredicadores, al más puro estilo yanqui, mucha farfulla y poca verdad. Quizá por eso también hay españoles que piensan que las noticias falsas son una forma de desahogo de los que carecen de cauce para el desahogo, de los que no son escuchados porque militan en la minoría o en la razón y la verdad que es otra de las cuestiones que molestan al poder y que el poder trata de combatir con todos los medios a su alcance. Hay que acabar con los bulos, estoy de acuerdo. También habría que acabar con quienes cobardemente se esconden en las redes tras un seudónimo creyendo que tienen bula, creyendo que tienen carta blanca para destrozar a quien se les ponga por delante, sobre todo si no son de su cuerda y no comparten su criterio. Con lo sana que es la discrepancia con educación y sin entrar en el terreno de lo personal.

Un saludo
Eliseo Cuesta

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