La mudanza de los tiempos y la ley
Al eliminar el detector de errores, Satanás obró de acuerdo con su voluntad. La profecía declaraba que el papado pensaría en “cambiar los tiempos y la ley”. Daniel 7:25. No se demoró en intentar esa obra. Para permitir que los paganos se convirtieran y encontraran un sustituto de los ídolos que adoraban, y para promover de ese modo la aceptación nominal del cristianismo, se introdujo gradualmente en el culto cristiano la adoración de imágenes y reliquias. El decreto de un concilio general finalmente confirmó ese sistema de idolatría papal. Para completar su obra impía, Roma pretendió eliminar el segundo mandamiento de la ley de Dios, que prohíbe la adoración de imágenes, y dividió el décimo mandamiento en dos para conservar el número exacto. Esa actitud de retroceso ante el paganismo abrió el camino para apartarse aún más de la autoridad del cielo. Satanás atacó al cuarto mandamiento también, y trató de poner a un lado el antiguo sábado, que Dios había bendecido y santificado, para exaltar en su lugar la fiesta que guardaban los paganos con el nombre de “venerable día del sol”. Al principio ese cambio no se llevó a cabo abiertamente. En los primeros siglos todos los cristianos guardaban el sábado. Cuidaban celosamente el honor de Dios, y como creían que su ley era inmutable, conservaban religiosamente el carácter sagrado de sus preceptos. Pero con gran sutileza Satanás obró por medio de sus instrumentos para lograr sus propósitos. Para que la atención de la gente se dirigiera al domingo, lo convirtió en una festividad en honor de la resurrección de Cristo. Se celebraban servicios religiosos ese día; no obstante, se lo consideraba aún como un día de recreación, y el sábado seguía siendo guardado religiosamente. Constantino, pagano aún, promulgó un decreto para apoyar la observancia general del domingo como una festividad pública en todo el Imperio Romano. Después de su conversión siguió siendo un ferviente abogado del domingo, y su edicto pagano fue puesto en vigencia en provecho de su nueva fe. Pero el honor manifestado hacia ese día no era suficiente para impedir que los cristianos consideraran que el sábado era el día santo del Señor. Había que dar otro paso más; el falso día de reposo debía ser exaltado para lograr su igualdad con el verdadero. Pocos años después de la promulgación del decreto de Constantino, los obispos de Roma le confirieron al domingo el título de día del Señor. De ese modo se indujo a la gente gradualmente a que considerara que poseía un cierto grado de santidad. No obstante, se seguía guardando el sábado original. El archiengañador no había terminado su obra. Estaba resuelto a reunir al mundo cristiano bajo su estandarte, y a ejercer su poder por medio de su representante, el orgulloso pontífice que pretendía.
La ley divina :fue cambiada por la gran apostasía que en estos momentos impera este mundo ;con su ejercito de falsos profetas.
Son hechicerías ,espiritísmo y falsas doctrinas que están confundiendo y apartando de la verdad a muchos hombres de hoy en día; pero la gran esperanza de una pronta venida del SALVADOR JESUCRISTO nos debe de sonreír en nuestros corazones.
CRISTO ESTA A LAS PUERTAS. ¡¡AMEN!!
Un saludo
Eliseo Cuesta
Buenas tardes caballero ..
ResponderEliminarMenciono yo mucho 2 Tesalonicenses versículo 2 .. me lo llevo al facebook .. y he visto que tienes también canal en youtube .. jaja
Buen trabajo ..