Muchos han tratado de determinar qué constituye la tarea humana fundamental. Para algunos es ser conocidos y para otros ser amados. Para muchos, es dejar un marca duradera en el mundo para que el impacto de la vida propia siga teniendo significación.
En el centro mismo de cada búsqueda es el sentido de que la vida humana, no importa cuán frágil o pasajera, es de gran valor yESTE valor es apreciado cuando la vida propia llega a ser verdaderamente consciente del otro.
CADA corazón quiere ser estimado, cada mente comprendida y cada voz escuchada.
En las páginas de las Sagradas Escrituras escuchamos que Dios dice: “Antes que teFORMARA en el vientre, te conocí” (Jeremías 1:5), y “Con amor eterno te he amado” (Jeremías 31:3), y nos damos cuenta de que nuestro Creador nos ama más completa y profundamente que en cualquier experiencia humana.
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