Un tiempo de angustia antes que termine el tiempo de prueba
En la página 33 [de Primeros escritos] se lee lo siguiente: “…Al comenzar el tiempo de angustia, fuimos henchidos del Espíritu Santo cuando salimos a proclamar más plenamente el sábado”. {EUD92 147.1}
Esta visión fue dada en 1847 cuando eran muy pocos los hermanos adventistas que observaban el sábado, y de éstos eran aun menos los que suponían que su observancia era de suficiente importancia para trazar una separación entre el pueblo de Dios y los incrédulos. Ahora se comienza a ver el cumplimiento de esa visión. El comienzo “del tiempo de angustia” mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenzarán a ser derramadas las plagas, sino a un corto período precisamente antes que caigan, mientras Cristo está en el santuario. En ese tiempo, cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel.—Primeros Escritos, 85 (1854). {EUD92 147.2}
El fin de la libertad religiosa en los Estados Unidos
La ley de Dios ha de ser invalidada por los instrumentos de Satanás. En nuestro país que se jacta de la libertad, se acabará la libertad religiosa. Se definirá el conflicto sobre la cuestión del sábado, y esto conmoverá a todo el mundo.—El Evangelismo, 175-176 (1875). {EUD92 148.1}
Una gran crisis aguarda al pueblo de Dios. Muy pronto nuestra nación intentará imponer sobre todos la observancia del primer día de la semana como un día sagrado. Al hacerlo no tendrán escrúpulos de obligar a los hombres, contra la voz de su propia conciencia, a observar el día que la nación declara como día de reposo.—RH Extra, 11 de diciembre de 1888. {EUD92 148.2}
Los adventistas del séptimo día pelearán la batalla por el día de reposo del séptimo día. Las autoridades en los Estados Unidos y en otros países se levantarán en su orgullo y poder y promulgarán leyes para restringir la libertad religiosa.—Manuscrito 78, 1897. {EUD92 148.3}
Los protestantes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 645 (1911).{EUD92 148.4}
La iglesia y el estado se oponen al pueblo de Dios
Todos los que no se sometan a los decretos de los concilios nacionales y obedezcan las leyes nacionales que ordenan exaltar el día de reposo instituido por el hombre de pecado, por encima del día santo de Dios, sentirán, no solamente el poder opresivo del papado, sino también el del mundo protestante que es la imagen de la bestia.—Mensajes Selectos 2:436 (1886).{EUD92 148.5}
Aquellos cuerpos religiosos que rehúsen oír los mensajes de advertencia de Dios, estarán dominados por fuertes engaños y se unirán con el poder civil para perseguir a los santos. Las iglesias protestantes se unirán con el poder papal para perseguir al pueblo de Dios que guarda los mandamientos… {EUD92 149.1}
Esta potencia semejante a un cordero se unirá al dragón para guerrear contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.—Manuscript Releases 14:162 (1899). {EUD92 149.2}
La iglesia apelará al brazo poderoso de la autoridad civil y en esta obra los papistas y los protestantes irán unidos.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 665 (1911). {EUD92 149.3}
Ante los tribunales
Aquellos que vivan durante los últimos días de la historia de esta tierra, sabrán lo que significa ser perseguidos por causa de la verdad. La injusticia prevalecerá en los tribunales. Los jueces se negarán a escuchar las razones de los que son leales a los mandamientos de Dios, porque saben que los argumentos en favor del cuarto mandamiento son irrefutables. Dirán: “Tenemos una ley, y por nuestra ley debe morir”. Para ellos la ley de Dios no significa nada. “Nuestra ley” es suprema para ellos. Aquellos que respeten esta ley humana serán favorecidos, pero no se les mostrará ningún favor a los que no se inclinen ante el ídolo del [falso] día de reposo.—ST Mayo 26, 1898. {EUD92 149.4}
Cuando seamos llevados ante los tribunales, tendremos que renunciar a nuestros derechos, a menos que esto nos ponga en conflicto con Dios. No estamos pidiendo que se reconozcan nuestros derechos, sino que se reconozca el derecho de Dios de recibir nuestro servicio.—Manuscript Releases 5:69 (1895). {EUD92 150.1}
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