El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

lunes, 3 de octubre de 2016

UN VERDADERO CRISTIANO INVESTIGA EN LA BIBLIA

¿Hay esperanza para mí?
Muchos creen que Dios no podría perdonarles los pecados
que han cometido, por ser tantos y tan graves. No obstante,
hablando como pecador, y hallándose en profunda necesidad de
misericordia, el profeta Miqueas escribió: “¿Con qué me presentaré
ante el Eterno, y adoraré al Dios Altísimo?.. ¿Se agradará el Eterno
de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi
primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado
de mi alma?” (Mi. 6:6-7).
La respuesta podría parecer demasiado buena para ser
cierta; pero Dios es más grande y misericordioso de lo que
esperamos o entendemos.
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide
el Eterno de ti: Solamente hacer justicia, y amar misericordia,
y humillarte ante tu Dios” (Mi. 6:8).
Jesucristo, el Dios de Israel, vino a salvar a los seres
humanos; no para condenarlos, sin para condenar el pecado (Jn. 1:1,
14; 3:17; Ro. 8:23). A nosotros nos corresponde arrepentirnos,
aceptar a Jesucristo como nuestro Salvador, volvernos a Dios y a su
ley perfecta con todo nuestro ser, y hacernos bautizar para remisión
de nuestros pecados (Hch. 2:38). Dios perdonará totalmente y
olvidará los pecados de aquellos que se arrepientan sinceramente
(1 Jn. 1:8-9). La misericordia y la bondad de Dios para con aquellos
que lo buscan sinceramente, no tiene límites (Salmos 104:10-14).










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