¿Podría la
Biblia ofrecer esperanzas en tiempo de coronavirus?
¿Hay alguna profecía cuyo cumplimento podamos
asociar con la presente crisis? En definitiva, ¿ofrece
la Biblia pautas precisas sobre cómo hacer frente a la
actual pandemia?
En la Biblia podemos entender lo que estamos viviendo estos meses. Explicar
dónde se ubica una tragedia como el coronavirus en la
cosmovisión bíblica. Además, descubrir qué tiene que
decir la Biblia sobre quién es el causante, qué podemos
hacer para detenerlo y cómo podemos mantener la
esperanza durante la crisis y más allá de la misma.
El plan de salvación trasciende el aspecto físico
de la persona. Por supuesto, Dios quiere que tengamos
salud física, pero aún más desea que obtengamos la vida
eterna. Dios no es conformista, él quiere que seas feliz
en el cielo por toda la eternidad. Este doble deseo de
Dios, que tengamos salud y que seamos salvos, se puede
entender de las palabras del apóstol Juan dirigidas a
Gayo: “Querido hermano, oro para que te vaya bien
en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como
prosperas espiritualmente” (3 Juan 1:2). Aún más, en el caso de aquellos que han muerto a
causa de esta pandemia, la Biblia enseña que la muerte
en Cristo no es sinónima de fracaso (Filipenses 1:21),
es importante que no olvidemos esto en tiempos de
coronavírus. Así que cuando los cristianos hablamos de
victoria, nos referimos no solo a una victoria temporal,
la salud física, sino también a una victoria eterna, la
salvación en Jesús.
¿Un enemigo ha hecho esto? .Por supuesto ;es necesario resaltar que Jesús, mientras estuvo
entre nosotros, nunca se sintió culpable por las tragedias,
el dolor o la muerte, que incluso él mismo sufrió. Nunca
pidió perdón por el sufrimiento a su alrededor o achacó
a su Padre el origen de las calamidades humanas. Eso
es así simplemente porque él sabía que Dios no es el
causante de las enfermedades y sufrimiento humano.
En la parábola del trigo y la cizaña encontramos
una clara referencia sobre el origen del mal. En un
momento la parábola cuenta que los siervos, al ver
crecer la cizaña que no sembraron, se dirigieron
alarmados al “padre de familia” con la siguiente
pregunta: “Señor, ¿no sembró usted semilla buena en
su campo?, entonces, ¿de dónde salió la mala hierba?
(Mateo 13:27).
Sabemos que Satanás siembra el pánico , y el terror entre los humanos y lleva hacer malas acciones a dirigentes y personas que ocupan puestos importantes en la Tierra.
Dios nos aclare nuestra mente en relación a todo lo que esta ocurriendo en el mundo ; y oremos por todos los grandes del mundo para que el Espíritu Santo les ilumine al tomar decisiones que agraden a Dios.
Un abrazo
Eliseo Cuesta
Muy buena la reflexión.
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