Muchos grandes pensadores se inspiraron en las Escrituras para explorar el mundo creado por Dios. Como resultado, nació la ciencia moderna.
Johannes Kepler, Isaac Newton, John Ray, Robert Boyle y otros grandes científicos de la antigüedad creían que su trabajo dejaba ver aún más la obra creadora de Dios.
Sin embargo, después de la Revolución Francesa, la ciencia del siglo XIX comenzó a pasar de una cosmovisión teísta a basarse en el naturalismo y el materialismo, a menudo sin darle lugar para nada a lo sobrenatural.Charles Darwin popularizó estas ideas filosóficas en El origen de las especies 1859).
Desde entonces, la ciencia se ha distanciado cada vez más de su fundamento bíblico, volcándose a una reinterpretación radical de la historia del Génesis.
La Biblia ¿enseña una visión anticuada y no científica de la cosmología? El relato bíblico ¿simplemente fue tomado de las naciones paganas circundantes? La Biblia ¿se vio condicionada culturalmente por el tiempo y el lugar o su naturaleza inspirada nos eleva a una visión de los orígenes que está completa en su esquema divino?
En nuestra cultura actual, prevalece la idea de que la Biblia es un libro anticuado con poca relevancia para los principales interrogantes del siglo XXI.
“La Biblia es la historia más abarcadora e instructiva que los seres humanos poseen.
Vino fresca de la Fuente de verdad eterna, y una mano divina ha conservado su pureza a través de todas las edades. [...] Solo aquí podemos encontrar una historia de nuestra raza, libre de la mancha del prejuicio y el orgullo humanos” .
“Se ha demostrado que sin la historia bíblica la geología no puede probar nada. Los vestigios hallados en la Tierra dan evidencia de un estado de cosas que difiere en muchos aspectos del presente. Pero, el momento de su existencia y por cuánto tiempo han estado estas cosas en la Tierra solo deben interpretarse mediante la historia bíblica.
Quizá sea inocente conjeturar más allá de la historia bíblica, si nuestras suposiciones no contradicen los hechos encontrados en las Sagradas Escrituras. Pero, cuando los hombres abandonan la Palabra de Dios con respecto a la historia de la Creación, y tratan de explicar las obras creadoras de Dios con los principios naturales,se encuentran en un océano ilimitado de incertidumbre. Dios nunca les reveló a los mortales exactamente cómo realizó la obra de la Creación en seis días literales. Sus obras creadoras son tan incomprensibles como su existencia”.
Un saludo
Eliseo Cuesta
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