El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

viernes, 23 de junio de 2017

LEVANTATE PUEBLO DE DIOS Y VENCERAS

La Palabra de Dios, como siempre, guarda significados profundos y espirituales que el Maestro acostumbraba a enseñar por parábolas, y que aun hoy, al ser Palabra viva, nos es abierta por el Espíritu Santo para que comamos el "alimento sólido" para nuestro espíritu. Una vez más, vamos a adentrarnos en una historia que el Evangelio nos relata, en la que veremos como un hecho histórico de relevancia se convierte, además, en toda una lección para nuestro carácter, y nos abre a su vez otra historia de distinto nivel hermenéutico y a la vez escatológico en la historia del pueblo de Dios de los dos Testamentos, para Israel y para la Iglesia.
Veremos como el Señor nos está mostrando la situación en la que se encontró a la nación de Israel en su conjunto y al pueblo religioso y a sus líderes espirituales en particular. Pero además nos sirve a nosotros hoy como enseñanza para que no nos extrañe encontrar lo mismo que Jesús encontró, en las naciones actuales y en las iglesias o religiones actuales, como lo han ido encontrando los Cristianos a lo largo de la historia, acorde a la expresión de esperanza del siguiente Texto: ...Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?... Lucas 18:8b.
En la visión espiritual de esta historia conoceremos a tres personajes que se encuentran con Jesucristo: a Jairo, a su hija y a la mujer enferma de flujo de sangre. Estos tres personajes están relacionados entre si de tal manera que nos haremos preguntas como esta: ¿Está relacionada una niña de doce años, edad de hacerse mujer y comenzar su ciclo, con la mujer enferma de flujo de sangre también durante doce años?, o ¿Qué simboliza y qué nos quiere enseñar el Señor cuando vemos a Jairo, un jefe de la sinagoga y a su hija, en la relación en la que se ve obligado a experimentar Jairo en esta historia con una mujer enferma de flujo de sangre, una mujer considerada inmunda, según Levítico 15:25, (pues lo era todo el tiempo de la costumbre de las mujeres y, si tenía flujo por más tiempo, lo era todo ese tiempo y ella lo fue doce años)?. Así era como se veía al pueblo desde la posición de los líderes religiosos, como también lo confirma esta expresión de los escribas: ...Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es. Juan 7:48.
Jesús nos muestra la verdadera forma de ver a las personas, mas allá de la Ley, a través de la misericordia y del amor de Dios, lo cual Jairo pronto aprendería por experimentar cómo el Mesías, el Hijo de Dios, no hacía acepción de personas siempre que tuviesen fe, como fue el caso de la mujer que tocó el borde de su manto.
La mujer enferma es símbolo del pueblo, de la nación que no se relaciona con la sinagoga, como puede ser hoy con la iglesia, por estar estigmatizada por ellos como si no tuviesen oportunidad de recibir la gracia de Dios. La mujer es también cualquier alma enferma espiritualmente, que en este Texto es comparada a una mujer que no ovula bien, que no le es permitida la reproducción, dicho bajo la visión espiritual podemos entender que no le es permitido el nacimiento de nuevo de su espíritu, hasta que reciba la fe que cambia su mente y su corazón que habían estado muertos al amor de Dios en su vida, y que la fe y el arrepentimiento hacen que reciba de Jesús sanidad, atraída por Su misericordia y verdad por haber oído a Jesús a quien recibe en su corazón.
Cristo sana a las dos mujeres, una recupera su salud reproductiva y la niña resucita por la fe y podrá tener hijos. En los dos casos, y bajo la visión espiritual, para dar hijos del Espíritu. Las dos son también la misma religión entendida desde dos puntos de vista, y también son la misma alma de un pueblo muerto al Espíritu de Dios, endurecido en su tradición, como tantos pueblos hoy, donde la mujer es el cuerpo, Israel o cualquier nación, la hija es el alma de ese pueblo, su sinagoga, su Iglesia, y Jairo es la doctrina y el espíritu que finalmente se rinde al Señor en Su venida, cayendo a Sus pies y dejando la vieja levadura de la tradición. Como dice Jesús a los fariseos y escribas: ...Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento para guardar vuestra tradición... Marcos 7:9.
Jairo es un santo de los religiosos que representa al judaísmo y su religión, la religión de Dios en el Antiguo Testamento, La Torá. La hija de Jairo es la Ley de Moisés, su proyecto de religión que muere en su tradición al llegar Jesucristo, porque quien salva es el Mesías a través del nuevo pacto en Su Sangre. La niña, la hija de Jairo, resucita cuando su padre reconoce que Yahshua es el Mesías. Esto es una alegoría y un anticipo profético de lo que ocurrirá al final de los tiempos, y que ya vemos, y que está profetizado en Romanos 11: Los Judíos son resucitados cuando su religión reconozca a Jesús como el Mesías, llamándole para resucitar a su hija, muerta por 2000 años, resucitada cuando Jesús entra en la casa, en Jerusalén, en Sión, sólo cuando sea el tiempo; tiempo en el que el corazón de la nación de Israel estará ablandado para recibir al Mesías Yahshua, cuando sean rodeados de todas las naciones, y clamen al Señor ante la inminencia de su destrucción en la batalla de Armagedón, Apocalipsis 16:16.
También cuando vemos que su hija muere, simboliza la muerte de los miembros reconocidos de una congregación, sea sinagoga o iglesia que sí se congregan para dar culto a Dios pero confían en las tradiciones religiosas, en su pertenencia a la "verdadera congregación" que por supuesto es la de ellos, (condenando a las demás que no los siguen a ellos) y confiando en su propia justicia, por lo que mueren espiritualmente si no ponen a Jesús en primer lugar. De este modo muchos líderes de la religión oficial, con su poder y autoridad no pueden resucitar espiritualmente al pueblo de Dios ni sanar a la nación; léase ...escribas y fariseos o papas, obispos y el clero de la "santa inquisición", algunos  líderes protestantes, y cualquier pastor radical fundamentalista o cualquier sectario en las iglesias actuales y muchos que andan solos en el camino de su propia mente, todos ellos comparten una misma característica: que cauterizan la conciencia de los simples, condenando, acusando y juzgando sin misericordia y poniendo sobre ellos cargas que ni ellos mismo se atreven a tocar con el dedo.
1Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Mateo 15.
De estas enseñanzas y ejemplos que daban los jefes o principales de la sinagoga surgían los comportamientos que nos muestra este otro Texto:
...Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Mateo 6. ¿Le suena?.
Otra confirmación en las Escrituras de que nuestro Señor busca nuestro corazón más allá del cumplimiento de la Ley per se como nuestra justificación, es el mismo Moisés a quien Dios no le permite la entrada en la tierra prometida, Deuteronomio 34:4, solo le permite verla, lo cual significa que la Ley de Dios queda cumplida cuando recibimos a Jesucristo en espíritu y en verdad, porque Él es superior espiritualmente, porque Él es la Tierra Prometida y el Reino de Dios en persona. Como también Pablo lo confirma: ...¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el oír con fe? Gálatas 3:2b.
Los tres personajes de este relato Bíblico reconocen al Señor Jesucristo quien le tiende la mano, quien abre Su corazón y no rechaza a aquellos que vienen a Él en humildad, quien perdona al hombre y a la mujer pecadores que se arrepienten. El Señor recibe a la nación enferma en la mujer con flujo de sangre. El Señor recibe a Jairo, símbolo del líder religioso que ve cómo su tradición no tiene la altura espiritual suficiente, la cual le impide alimentar espiritualmente a la congregación, ni tampoco tiene el poder de Dios. Y el Señor recibe al pueblo de Dios que muere porque no ha recibido la enseñanza de la salvación por la fe, sin las obras de la Ley, en la hija de Jairo resucitándolo: "talita cumi" levantando a la Iglesia hasta Su venida, al pueblo de Dios, de todo pueblo y nación que con fe vienen al Señor, lo cual Israel recibirá al final de los tiempos.

TEXTO BÍBLICO
LUCAS 8:40, MATEO 9:18 y MARCOS 5:21

Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban. Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo.
La fe que vemos en Jairo es símbolo de la fe que tiene todo aquél que cree en el Hijo de Dios, en su poder para sanar pero también en que Él es el Mesías, aunque algunos puedan dudar de esto y pensar que Jairo solo buscaba la sanidad de Jesucristo para su hija como la de cualquiera que pudiera sanar. En el simbolismo del siguiente texto veremos cómo irrumpe la mujer con flujo de sangre que representa también a este hombre. La carne de Jairo, el alma de Jairo y el espíritu de Jairo. Un historia paralela a la de Lázaro, Marta y María.
Y mientras iba, la multitud le oprimía.Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
La mujer arrebata la bendición de Dios, viene a Cristo y obtiene la bendición antes que Jairo para su hija. Esta situación debió ser una prueba de fe y paciencia para un hombre de Dios como Jairo que veía cómo la vida de su hija, que dependía del Maestro, tenía que esperar por una mujer del pueblo que era inmunda, que no era comparable a la hija de un principal de la sinagoga. El Señor le estaba rompiendo a Jairo todos los esquemas, aunque ya Jairo había venido a Jesús en humildad y postración, hubiera sido de esperar que su hija, una niña, y además hija de un hombre rabino del pueblo hubiera tenido prioridad. Sin embargo Jesús se para, se retrasa, se dedica a tratar a la mujer con el tiempo y el afecto que merecía mostrando su compasión, piedad y misericordia por ella a la que bendice con el amor de Dios y la salvación, abierta a toda alma en todo tiempo, por la fe.
Una vez terminado el episodio de la mujer, reemprenden el camino hasta la casa de Jairo, pero... Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
Ahora sí que le daría un vuelco el corazón a Jairo. Su hija podría haber sido sanada por Jesús si no hubiera sido por culpa de esa mujer, y ahora su hija estaba muerta. Oyéndolo Jesús, le respondió: No temascree solamente, y será salva.
Rápidamente la misericordia de Jesús, entendiendo el dolor que sentía Jairo, y sabiendo el Señor que la resucitaría, cosa que para Jairo no era todavía algo plausible, le anima y le pide fe.
Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña. Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: "Talita cumi" Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer. sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.
Solo podemos imaginar el gozo de Jairo y su mujer por volver a tener a su única hija viva, sana y salva. El Señor había hecho realmente un milagro relevante que haría que su familia fuese recordada durante la historia. Sin duda sería un hombre de fe, que el Señor había hecho crecer en la fe a través del sufrimiento de la pérdida de su hija amada, de su única hija, para que comprendiera hasta qué punto el Señor ama a Su pueblo, y espera que nosotros amemos a nuestros hermanos/as. Jairo, en su calidad de principal de la sinagoga, ya nunca más trataría a su prójimo al nivel que lo hacía antes de esta experiencia transformadora, sino que todos verían en él a un nuevo hombre, con un corazón nuevo, lleno de misericordia y de piedad, a un verdadero rabino de Israel que ha creído en Yahshua, el verdadero Mesías, el Hijo del Dios de Israel y de la humanidad.
Israel es la niña de doce años, la única hija de su padre, símbolo del Señor y la Iglesia, el Israel de Dios, el único pueblo que tiene Dios, formado por Judíos y Gentiles nacidos de nuevo, el cual está muerto si no tiene a Cristo. El pueblo de Dios, si no llega a recibir la maduración espiritual que es Cristo no puede hacerse una mujer, la esposa, la Iglesia que al madurar puede concebir hijos de espíritu, lo cual la Iglesia si puede por el Evangelio que es la semilla de Dios en nuestro corazón.

SINAGOGA E IGLESIA Y NUESTRA PROPIA ALMA

La sinagoga es el equivalente a la iglesia (el lugar) donde se congregan los hermanos. Sinagoga es un término griego, que no hebreo, aunque así se traduzca en el Antiguo Testamento en muchas Biblias es para hacer más comprensible la lectura. En tiempos del Señor había sinagogas, o "Casas de Reunión", no casas particulares como hacían los primeros Cristianos y hasta hoy. Una vez estudiamos la historia de la sinagoga vemos que su forma de gobierno es bastante parecida, algunos dirán que idéntica, al sistema congregacional. Se reunían en Sábado, y dos días entre semana, el segundo y el quinto.
En una misma ciudad había muchas congregaciones diferentes, distintas sinagogas, pero todas compartían, al igual que hoy lo hacen las iglesias, el mismo libro. Ellos la Torá, nosotros los Cristianos la Biblia, que incluye la Torá. Las sinagogas eran gobernadas por un grupo de ancianos, como las iglesias, los llamados principales, como Jairo, y dependiendo del número de miembros tendrían uno o más principales. Se consideraba una sinagoga, o congregación, cuando había al menos diez varones en cada reunión. Jairo equivale a un pastor o anciano de una iglesia. Los principales de la sinagoga eran hermanos de la congregación, pero habitualmente también habría entre sus miembros, sacerdotes (aunque no era necesario que los hubiera), así como escribas y fariseos.
Los principales como Jairo eran responsables de organizar la lectura de la Palabra de Dios, de la oración, la enseñaza de la Ley de Dios y la interpretación de la Torá. Imponían los castigos sobre su incumplimiento, discutían los asuntos de la comunidad, la política de su pueblo, aunque se sometían a la legislación del país donde estuviesen. etc. Jairo, conociendo en primera persona el poder y la autoridad de un principal del pueblo de Dios, nos aporta un grandísimo valor apologético al reconocer la superioridad de Jesús, Su poder y Sus señales, cómo sanaba por el poder de Dios, y siendo Judío, (los cuales no buscan sabiduría "pues tienen la de Dios en la Torá" sino señales de lo Alto), reconoce la autoridad del Mesías como el Ungido de Dios porque ellos, los principales, los rabinos de la sinagoga no tenían la autoridad de las regiones celestes, esto es, de la región espiritual en la que Jesucristo domina, y cae a los pies del Mesías clamando misericordia y sanidad para su hija sabiendo que Él tiene una autoridad superior a la suya e incluso a la del Sumo Sacerdote.
El caso de Jairo y su sinagoga se repite en toda iglesia que piensa que vive por su ministerio congregacional, pero no, vive por el Espíritu de Cristo, con una relación íntima con Jesús vivo. Somos, nuestra alma, la hija de todo hombre o mujer del Señor que pertenecemos a Su Cuerpo en cada ministerio, y el pueblo mismo del Señor en su conjunto como congregación, que le necesitamos a Él, quien nos dice "talita cumi" Israel levántate y anda en el camino del Mesías Jesucristo, Yahshua HaMashiaj del mismo modo que toda iglesia ha de levantarse y caminar de la mano de Jesucristo para tocar el borde de Su manto para que salga de Él el poder sobre nosotros.
En efecto cada uno de nosotros somos la niña, nuestra alma, la cual sí vive por su propio juicio y su propia interpretación particular de la Biblia y de la vida, muere, a la que Jesús dice "talita cumi" para que nos levantemos de la oscuridad de nuestra mente individualista y nos alumbre la luz del amor de Cristo como a Jairo, pues esto significa su nombre (Jairo: Aquel a quien Dios alumbra, o iluminado por Dios), pues somos templos del Espíritu Santo, cada uno en particular, además de estando dos o tres reunidos en Su nombre o con toda la congregación, iglesia o sinagoga mesiánica, o con todas las congregaciones en grandes eventos de adoración y evangelismo, tanto Cristianos como Judíos Mesiánicos.
Quede pues en la memoria del famoso "talita cumi" su consecuencia: ...Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: "Baruj Haba Beshem Adonai" Bendito el que viene en el nombre del Señor. Mateo 23:39.
Resultado de que Israel no recibió al Señor es que fueron dispersados por el mundo y el evangelio fue predicado a los Gentiles, como leemos en Romanos 10. Pero como enseña Pablo, que era Judío, fariseo y enemigo a muerte de la Iglesia, como lo siguen siendo hoy tantos de ellos, convertido por Dios a Cristo tirándolo al suelo del caballo en visión y señal del Dios de Israel, dejándolo ciego tres días, lo cual también hará Dios con los Judíos al final de los días, por lo que Pablo habiendo recibido la vista, ahora no solamente física sino del Espíritu Santo nos recuerda el amor que siente por su pueblo ciego y muerto al Espíritu Santo, pero a través del cual el Señor nos ha dado por mano de los que se congregan como sinagoga ...De los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. Romanos 9. Por tanto oremos por la paz de Jerusalén y por la nación de Israel en el nombre de Jesucristo, el Mesías Yahshua.

ALGUNOS LÍDERES DE ISRAEL QUE RECIBIERON AL MESÍAS YAHSHUA

El sacerdote Zacarías, padre de Juan Bautista, Lucas 1. Leví, recaudador de impuestos, llamado Mateo, de cuyo nombre tenemos el primer Evangelio. Simón el fariseo al recibir a Jesús en su casa, Lucas 7:36-50. Jairo el principal de la sinagoga, que nos ocupa en este momento. Zaqueo, jefe de los publicanos, Lucas 19. José de Arimatea, miembro noble del concilio, varón bueno y justo, pidió el cuerpo de Jesús a Pilato y lo quitó de la Cruz, lo envolvió en una sábana y sepultaría al Señor en la cueva y haría rodar la gran piedra, Marcos 15:42. Nicodemo, fariseo, un principal entre los Judíos, maestro de Israel de cuya conversación con el Maestro tenemos la gran joya del Evangelio en Juan 3:3: ...el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios.

CONCLUSIÓN

A través de Jairo hemos podido ver la importancia que ha tenido la existencia de la sinagoga en la expansión del Cristianismo, pues en ellas enseñaron Jesús y sus discípulos y desde ellas salieron las primeras congregaciones Cristianas. Antioquia de Pisidia, Chipre, Alejandría y por supuesto la primera en Jerusalén, Hechos 13.
Oremos pues por nuestras naciones y por nuestros hermanos, pues Jesucristo ha heredado las naciones, Apocalipsis 2:26-27, que son la descendencia de Abraham, Gálatas 3:8, de las cuales, las que hayan sido salvas, vendrán a adorar al Señor en el Reino de Dios, para que estén incluidas en aquellas que han de ser salvas por la fe en la obra en la Cruz, del Hijo de Dios. ¡Talita cumi, naciones del mundo, levantaos porque os llama el Hijo de Dios ante Su venida!.

La despedida es de la carta de Saulo en Hebreos: ...Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente. Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros. Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan. La gracia sea con todos vosotros. Amén.


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