El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

jueves, 14 de noviembre de 2019

El sello de Dios y la marca de la bestia


No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. (Apocalipsis 7:3.)
El sello de Dios, la muestra o señal de su autoridad, se encuentra en el cuarto
Mandamiento. Este es el único precepto del Decálogo que señala a Dios
como el Creador de los cielos y la tierra, y que claramente distingue al Dios
verdadero de todos los dioses falsos. A lo largo de las Escrituras se cita el hecho
de que el poder creador de Dios es la prueba de que él está por encima de todas
las deidades paganas.
El día de reposo prescrito por el cuarto Mandamiento fue instituido con
el objetivo de conmemorar la obra de la creación, para mantener las mentes de
todos enfocadas en el Dios vivo y verdadero. Si se hubiera observado siempre el
sábado, nunca habría existido un idólatra, un ateo o un pagano. La observancia
sagrada del día santo de Dios habría conducido la mente de hombres y mujeres
hacia su Creador. Las cosas de la naturaleza les habrían recordado a Dios, y
habrían testificado de su poder y su amor. El día de reposo del cuarto Manda-
miento es el sello del Dios viviente. Señala a Dios como el Creador, y es la señal
de su autoridad legítima sobre todos los seres que él ha creado.
Entonces, ¿qué es la marca de la bestia, si no el día falso de reposo que el
mundo ha aceptado en lugar del verdadero?

La declaración profética de que el papado habría de exaltarse sobre todo
aquello que responde al nombre de Dios o recibe adoración, ha sido cumplida
sorprendentemente en el cambio del día de reposo del séptimo al primer día
de la semana. Cada vez que se honra el día de reposo papal en lugar del día de
reposo de Dios, se exalta al hombre de pecado por encima del Creador del cielo
y de la tierra.

Quienes aseguran que Cristo cambió el día de reposo contradicen directa-
mente sus propias palabras. En el Sermón del Monte, él declaró: “No penséis
que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino
para cumplir” (Mat. 5:17)...
Los católicos reconocen que el cambio en el día de reposo fue hecho por su
iglesia, y citan este cambio como evidencia de la autoridad suprema de esta igle-
sia. Declaran que al observar el primer día de la semana como el día de reposo,
los protestantes reconocen su autoridad para legislar en los asuntos divinos...

Según gana favor la institución dominical, él [el papista] se regocija, sintiéndo-
se confirmado en que tarde o temprano traerá a todo el mundo protestante bajo
la bandera de Roma –Signs of the Times, 1o de noviembre de 1899.


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