El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

martes, 11 de diciembre de 2018

LA DECISION DE NUESTRO DESTINO

En la parábola del hombre rico y Lázaro, Cristo muestra que los hombres deciden su destino eterno en esta vida. La gracia de Dios se ofrece a cada alma durante este tiempo de prueba. Pero si los hombres malgastan sus oportunidades en la complacencia propia, pierden la vida eterna. No se les concederá ningún tiempo de gracia complementario. Por su propia elección han constituido una gran sima ( profundo hoyo de separación) entre ellos y su Dios. Esta parábola presenta un contraste entre el rico que no ha hecho de Dios su sostén y el pobre que lo ha hecho. Cristo muestra que viene el tiempo en que será invertida la posición de las dos clases. Los que son pobres en los bienes de esta tierra, pero que confían en Dios y son pacientes en su sufrimiento, algún día serán exaltados por encima de los que ahora ocupan los puestos más elevados que puede dar el mundo, pero que no han rendido su vida a Dios.
El rico pretendia ser hijo de Abraham pero no se compadecia del pobre mendigo que estaba a su puerta y solo comia las migajas que caian de la mesa del rico.

Lucas nos describe en ( Lucas 16:19-31) como hay una gran diferencia de pensamiento y acción entre el rico y Lazaro
Tambien Mateo nos describe  en (Mateo 22:36,37,38,39) " Amaras a tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y al prójimo como a ti mismo"; pero el rico no habia seguido sus enseñanzas.
Lazaro era un mendigo que no tenia amigos , hogar ,alimentos ni dinero. Necesitaba todas las carencias de las cuales el rico no carecia ,es mas tenia y le sobraba de todo.Pero la diferencia es que Lazaro habia sufrido y puesto su corazón en Jesús, murió y fue enterrado y no hubo lamentaciones por él; pero mediante su paciencia en los sufrimientos había testificado por Cristo, había soportado la prueba de su fe, y a su muerte se lo representa llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Lázaro representa a los pobres dolientes que creen en Cristo. Cuando suene la trompeta, y todos los que están en la tumba oigan la voz de Cristo y salgan, recibirán su recompensa; pues su fe en Dios no fue una mera teoría, sino una realidad.
“Murió también el rico, y fue sepultado. Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vio a Abrahán de lejos, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abrahán, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama”. En la parábola Cristo estaba haciendo frente al público en su propio terreno. La doctrina de un estado de existencia consciente entre la muerte y la resurrección era sostenida por muchos de aquellos que estaban escuchando las palabras de Cristo. El Salvador conocía esas ideas, e ideó su parábola de manera tal que inculcara importantes verdades por medio de esas opiniones preconcebidas. Colocó ante sus oyentes un espejo en el cual se habían de ver a sí mismos en su verdadera relación con Dios. Empleó la opinión prevaleciente para presentar la idea que deseaba destacar en forma especial, es a saber, que ningún hombre es estimado por sus posesiones; pues todo lo que tiene le pertenece en calidad de un préstamo que el Señor le ha hecho. Y un uso incorrecto de estos dones lo colocará por debajo del hombre más pobre y más afligido que ama a Dios y confía en él. Cristo desea que sus oyentes comprendan que es imposible que el hombre obtenga la salvación del alma después de la muerte. “Hijo— se le hace responder a Abrahán—, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males, mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Y además de esto, una grande sima está constituida entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá”. Así Cristo presentó lo irremediable y desesperado que es buscar un segundo tiempo de gracia. Esta vida es el único tiempo que se le ha concedido al hombre para que en él se prepare para la eternidad.







"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo"
(2 Corintios 5:10)

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