VATICANO.- El papa Francisco no aceptó una donación del presidente de
Argentina, Mauricio Macri, que donó 16.666.000 pesos —alrededor de
1.211.000 dólares— para la fundación educativa Scholas Occurentes, que
apoya el Sumo Pontífice, informa Vatican Insider.
El Papa Francisco habría escrito una carta a los directivos de Scholas para devolver el dinero con una posdata que decía:
“No me gusta el número 666”.
“Esos tres últimos dígitos parecieron una broma de mal gusto para
Francisco, cuya afición casi desconocida incluye los acrósticos y la
numerología”, publica Vatican Insider.
Sin embargo, el medio afirma que no es la única razón que habría
provocado el rechazo: al papa “le había sorprendido la elevada
cantidad”, lo que llevó a su solicitud de devolver el dinero.
Asimismo el portal sostiene que la prensa argentina presentó la
donación como un “gesto de distensión”, lo que también disgustó al papa.
Según el medio, fue entonces cuando el pontífice escribió a los
directivos de Scholas, al presidente José María del Corral, y al
secretario Enrique Palmeyro, pidiendo que rechazaran la contribución con
una post data sobre el número 666.
Este 13 de junio la canciller del país sudamericano, Susana Malcorra,
abordó la situación durante una reunión con el Padre Santo y, tras el
encuentro, sostuvo que entre Bergoglio y el presidente argentino no hay
hostilidad.
Una Generosa Donación
La generosa y millonaria donación que el gobierno argentino decidió
esta semana hacerle a Scholas Occurrentes, la ONG que más apoya el papa
Francisco, terminó con un efecto contrario al que se esperaba que
tuviera. En vez de ser tomada como una señal de distensión, derivó en un
nuevo cortocircuito.
En el diario Vatican Insider –un medio bien informado sobre los
asuntos de la Curia romana y donde no pocas veces se ve la mano
invisible y sigilosa de Francisco– este lunes se publicó un extenso
artículo firmado por Andrés Beltramo Álvarez fechado en Ciudad del
Vaticano cuyo título resume el estado de situación: “Una donación
imprevista y la perplejidad del Papa”.
A modo de conclusión del malestar en Roma, el Vatican Insider alerta:
“Nadie explicó de dónde surgió el monto exacto, pero el 666 (el número
de la bestia) hasta pareció una broma de mal gusto”.
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