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sábado, 8 de abril de 2023

¿ Fue Jesús clavado en la cruz por las manos o por las muñecas ?

 

 

Este estudio está argumentado en base Biblica y cientifica

 

 

 

Toda mi vida he visto y leído que a Cristo le horadaron las manos para clavarlo en la cruz.  Sin embargo, en la última década han aparecido muchos cuadros que presentan a Jesús como clavado a la cruz por las muñecas.  También he escuchado a algunos sospechosos "eruditos"  bíblicos respaldar ese disparate.
    Voy a demostrar la falsedad de esa afirmación con tres diferentes argumentos:
a) anatómicamente, mostrando cómo la mano sí puede aguantar el peso del cuerpo;
b) anatómica y bíblicamente, mostrando que no pudieron pasarle los clavos por las muñecas, puesto que si lo hubieran hecho le hubieran roto uno o más huesos; y   c) bíblicamente sólo, mostrando que la Biblia dice que fueron las manos las que fueron horadadas.
    Primer argumento.  Esos que dicen que Cristo fue clavado en la cruz pasándole un clavo a través de las muñecas se basan en la creencia de que si un cuerpo cuelga de una mano clavada, la carne de la mano se rajaría y el cuerpo caería.  Eso es falso.
    Los que dicen tal cosa nunca han visto la disección de un cuerpo humano.  He visto muchas veces el estudio de la anatomía de la mano por parte de los estudiantes de medicina de primer año.
    El tejido conjuntivo del cuerpo del hombre y los animales es tan fuerte como una soga. Los tendones, los ligamentos transversos y las aponeurosis son tejido conjuntivo, y la mano está llena de ellos, como ustedes pueden apreciar en las figuras números 1 y 2.
    Todos los cuadros aquí presentados son tomados del libro "Atlas de Anatomía", por J. C. Boileau Grant, M.C.; M.B.; Ch.B.; F.R.C.S. Edin, Profesor Emérito de Anatomía de la Universidad de Toronto, la Cuarta Edición, cuadros números 57, 84, 92 y 98.

Figura # 1 La palma de la mano
 
 
 

Figura # 2  El dorso de la mano

    No es posible que los tendones, ligamentos transversos y aponeurosis de la mano de un ser humano se rajen, porque el tejido conjuntivo es muy fuerte.  Tal cosa no sucedería si lo colgaran de una sola mano, cuanto menos si lo cuelgan de las dos manos.  Eso sólo ocurriría si se colgara un cadáver que estuviera descompuesto, nunca en un ser vivo.  Todo eso es simplemente otra mentira de las muchas que se introducen en las enseñanzas evangélicas, especialmente por medio de los ruselistas.
    Si todavía alguien piensa que su delicada mano se rajaría si lo colgaran de un clavo, que observe la mano de un trabajador de la construcción de 33 años, que haya trabajado en su oficio toda la vida, y se van a disipar sus dudas.  Recuerden que Cristo fue un trabajador de la construcción, él fue carpintero hasta que comenzó a predicar.
    Segundo argumento.  De acuerdo a las Escrituras Jesucristo es nuestro Cordero Pascual, el cual fue crucificado por nosotros. Por eso a él lo mataron el mismo día que se mataba la pascua.  El apóstol Pablo nos lo dice así en I Co 5:7.

            "Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois
        sin levadura: porque nuestra pascua, que es Cristo, fue sacrificada por nosotros
."
                                                                                                            ( I Co 5: 7 )

    En las ordenanzas de la Pascua se establecía que no se podía romper ningún hueso en el cordero.  Aquello era un simbolismo, una sombra de lo que luego iba a acontecer en el caso de Jesús, a quien no le rompieron ningún hueso.  La ordenanza de la pascua era como sigue:

            "En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa,
        ni quebraréis hueso suyo
."                                                         ( Ex 12: 46 )

            "No dejarán de él para la mañana, ni quebrarán hueso en él: conforme a
        todos los ritos de la pascua la harán
."                                         ( Nm 9: 12 )

    Como podemos ver el rito de la pascua judía prohibía que se rompiera algún hueso en el cordero.  Por eso fue que los soldados romanos no le rompieron las piernas a Cristo cuando lo bajaron de la cruz, Dios no se los hubiera permitido.

            "Y vinieron los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo
        al otro que había sido crucificado con él. Mas cuando vinieron a Jesús, como
        le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Empero uno de los soldados
        le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua. Y el que lo vio,
        da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para
        que vosotros también creáis. Porque estas cosas fueron hechas para que se
        cumpliese la Escritura: Hueso no quebrantaréis de él
."

    Si ningún hueso de Cristo podía romperse de acuerdo a la profecía, entonces no se podía atravesar sus muñecas con clavos, porque por seguro que le hubieran roto uno o más huesos. La muñeca o carpo tiene ocho huesos: escafoides, semilunar, piramidal, pisciforme, trapecio, trapezoide, grande y ganchoso.  Estos huesos están fuertemente unidos por ligamentos en forma tal que si se martilla un clavo a través de la muñeca necesariamente se va a romper uno o más de ellos.   Por lo tanto Cristo no pudo haber sido clavado en la cruz por las muñecas, sino por la palma de la mano.  Los cinco huesos del metacarpo, que es lo que constituye la palma de la mano, están separados los unos de los otros, y por lo tanto, un clavo puede atravesar la palma de la mano sin romper ninguno de los cinco huesos metacarpianos. Vean la figura # 3. Eso significa que la mano puede ser atravesada por un clavo a la altura de la palma sin romper un hueso, pero si la muñeca es atravesada por un clavo, tiene que romper necesariamente algún hueso. Vean la figura # 4.


Figura # 3  Los huesos de la mano


    La sección de la muñeca  ( en inglés  "wrist" ) que se presenta en la anterior figura # 3, se va a amplificar en el próximo cuadro, el # 4, para que ustedes puedan ver que es imposible martillar un clavo a través de la muñeca sin romper algún hueso.

Figura # 4  Huesos de la muñeca

    Tercer argumento.  Mucho más importante que los argumentos anatómicos, son los argumentos bíblicos.  En la Biblia se dice varias veces que Jesús fue clavado por las manos y por los pies.  Jamás se mencionan las muñecas.  ¿Por qué entonces hay gente tratando de meterle en la cabeza a los cristianos que Cristo fue clavado por las muñecas?  ¿Qué se traen entre manos?  ¿Qué cosa persiguen estos farsantes?
    Veamos que era lo que sabían Jesús y los apóstoles.

            "Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo:
        Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar
        de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Y ocho días después,
        estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús, las
        puertas cerradas, y púsose en medio, y dijo: Paz a vosotros. Luego dice a Tomás:
        Mete tu dedo aquí, y ve mis manos: y alarga acá tu mano, y métela en mi costado:
        y no seas incrédulo, sino fiel
."                                                ( Jn 20: 25-27 )

    Como podemos ver en este pasaje, Tomás sabía que las manos de Jesús habían sido horadadas, no que sus muñecas hubieran sido las horadadas.  Igualmente, cuando Cristo vino a ellos de nuevo, él le enseñó a Tomás sus manos, no sus muñecas.  Es evidente que eran sus manos las que habían sido horadadas por los clavos, no las muñecas, porque si no fuera así Cristo le hubiera mostrado las muñecas, no las manos.  Lo mismo se puede notar en otros pasajes.  Veamos.

            "Y como hubo dicho esto, mostroles las manos y el costado. Y los discípulos
        se gozaron viendo al Señor
."                                                     ( Jn 20: 20 )

            "Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos a vuestros
        corazones?  Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy.  Palpad, y ved,
        que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.  Y en diciendo
        esto, les mostró las manos y los pies
."                                     ( Lc 24: 38- 40 )

    En estos dos pasajes vemos que para el propósito de identificarse con los apóstoles, para demostrarles que se trataba del mismo Jesucristo que fue crucificado, él les muestra sus manos y sus pies, no sus muñecas y sus pies.
    Si vamos ahora a las profecías del Antiguo Testamento veremos que cuando estaban vaticinando las cosas que iban a acontecerle a Cristo, ellos hablaban sobre horadarle las manos, no las muñecas.

            "Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos.
        Horadaron mis manos y mis pies
."                                             ( Sal 22: 16 )

            "Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos? Y él responderá:
        Con ellas fui herido en casa de mis amigos
."                                ( Zc 13: 6 )

Como vemos, no hay la más mínima duda de que a Cristo le horadaron las manos, no las muñecas, como algunos raros y sospechosos "eruditos" bíblicos quieren que creamos.
    No obstante, a pesar de lo claro que todo está, no dudo que en cualquier momento se nos aparezca un sospechoso erudito bíblico, teólogo o profesor de seminario, asegurando que a Cristo lo clavaron en la cruz por los tobillos y no los pies.

        Hay cristianos a quienes les han hecho ver ciertos supuestos “eruditos”, que en la época antigua no se distinguía entre la mano y la muñeca, y que cuando se decía  “mano”, podían estarse refiriendo a la muñeca.  Eso es una falsedad de esos  “eruditos”, puesto que en idiomas tan antiguos como el latín y el griego, existían palabras para designar la muñeca.  Esa palabra en latín era  carpus y en griego se pronunciaba más o menos igual, pero se escribía así:  ““carpoz”.  Si en esos idiomas antiguos existía la palabra “muñeca”, es que ellos distinguían entre la mano y la muñeca.  Por lo tanto, es falso lo que estos sospechosos “eruditos” aseguran, respecto a que “antes” no se hacía distinción entre “mano” y  “muñeca. 

Un saludo

Eliseo Cuesta