El silencio de la Biblia sobre un magisterio infalible, con
respecto de Pedro como apóstol infalible es suficiente para desaprobar
la especie doctrinal. Sin embargo, ésta es la característica distintiva
del papado, y también es el elemento que lo aparta de otras denominaciones
religiosas.
La función de Pedro, si bien se destaca en el Nuevo Testamento
y se reconoce en la iglesia, dista mucho de ser una condición
equivalente a la papal. Pedro es el discípulo que negó al señor (Mat.
26: 69-75). Pedro es el discípulo al que Jesús le dijo: "¡Quítate de
delante de mí, Satanás!" (Mat. 16:23). Pedro es el violento que corta
la oreja de Malco (Juan 18: 10). Pedro es el discípulo al que Pablo
reprendió por su conducta segregacionista y separatista que perjudicaba
a los gentiles (Gal. 2:11-14). Sin embargo, a Pedro la Iglesia
Católica lo considera el primer papa. ¿De dónde surge este reconocimiento?
Se fundamenta en la expresión del Señor: "Y yo también te
digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mat. 16: 18). La
Iglesia Católica interpreta este texto como que Pedro es la roca sobre
la que se fundamenta la iglesia.
¿Quién es la roca?
Es interesante recordar que el dogma de la infalibilidad papal
dice que el pontífice es infalible cuando habla ex-cáthedra. Y habla excáthedra
cuando: 1) lo hace en nombre de toda la iglesia, 2) lo hace
bajo la dirección del Espíritu Santo, y 3) se pronuncia sobre aspectos
de "fe y costumbres".
Teniendo ésto elementos en mente, leamos Hechos 4: 8-12.
Allí encontramos que Pedro habla: a) en nombre de toda la iglesia
(Hech. 4: 1, 7), b) asistido por el Espíritu Santo (Hech. 4: 8), y se
expresa públicamente sobre su fe (Hech. 4: 9, 10). Sin embargo,
Catolicismo 79
cuando tiene que señalar cuál es el fundamento de la iglesia, cuando
tiene que demostrar quién es la roca, dice: "Este Jesús es la piedra
reprobada por vosotros los edificadores, la cual a venido a ser la
cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos"
(Hech. 4:12).
Por otra parte, recordaremos ciertos aspectos que se presentan
en el Nuevo Testamento que debemos tener en cuenta al considerar
el papel de Pedro:
Pedro escribió dos cartas universales, pero Pablo escribió
trece epístolas.
Si bien Pedro desempeñó un papel preponderante en la
iglesia primitiva, no hay ningún registro que lo señale como obispo de
alguna congregación.
Es interesante destacar que cuando Pablo, el teólogo de la
iglesia, le escribe a Timoteo y detalla el orden eclesiástico, no se
refiere a un superobispo, o a la función papal.
En el Concilio de Jerusalén (aprox. 49 DC), el primero de la
iglesia cristiana, -registrado en Hechos 15-, Santiago desempeña un
papel arbitral destacado.
La cabeza de la iglesia en el Nuevo Testamento, es Cristo
(Efe. 5:23), y no Pedro.
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