El mandamiento bíblico dice: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen, y que hago misericordia en millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos.” (Éxodo 20:4-6).
El mandamiento enseña:
- Prohíbe hacer imagen de cualquier cosa creada que sirva como objeto de culto.
- Prohíbe inclinarse, honrar, o rendir culto a Dios por medio de estas imágenes o representaciones.
- Este mandamiento promueve la adoración por medio del espíritu.
La cita que quiero aludiros nos dice:
- “Este segundo mandamiento PROHÍBE ADORAR al verdadero Dios mediante imágenes o figuras”.
- “Muchas naciones paganas aseveraban que sus imágenes no eran más que figuras o símbolos mediante los CUALES ADORABAN a la Deidad”.
EJEMPLOS BÍBLICOS:
- Se ratifica la prohibición.- Deuteronomio 4:16, 23: para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, IMAGEN de figura alguna, efigie de varón o hembra. Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o IMAGEN de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido.
- En el lugar santísimo del tabernáculo se tallaron dos querubines, que eran símbolos de los seres celestiales que adoran Dios: Éxo 25:18, 9, 22.- Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.
- El cortinaje del Santuario y el velo del lugar santísimo tenía tejido de “obra primorosa” de querubines (Éxo 26:1, 31).
- Algunos elementos fueron colocados como recordatorios, pero no como objeto de culto: 1) Jacob puso en piedra de recordatorio (Gén 28:12-22) 2) 1 Sam 7:12.- Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.
CITAS QUE RECALCO SOBRE EL SEGUNDO MANDAMIENTO:
“El segundo mandamiento prohíbe el culto de las imágenes; pero Dios mismo utilizó imágenes y símbolos para ilustrar las lecciones dadas a los profetas con el fin de que éstos las transmitieran al pueblo, y así fuesen comprendidas mejor que si se las hubiese dado de cualquier otro modo. Estimuló la comprensión a través del sentido de la vista. La historia profética fue presentada a Daniel y a Juan mediante símbolos, y éstos debían representarse nítidamente en cuadros para que el que leyera pudiese comprender.
Es cierto que se gasta demasiado dinero en cuadros; y no son pocos los recursos que deberían darse a la tesorería de Dios y que en cambio se pagan al artista. Pero el daño que la conducta de estos extremistas causará a la iglesia es mucho mayor del que pretenden corregir. A veces resulta difícil establecer dónde debe trazarse la línea, en qué momento la confección de cuadros se convierte en un pecado. Pero los que aman a Dios y desean de todo corazón observar sus mandamientos, serán dirigidos por él. Dios no desea que dependan de ningún hombre para que este actúe como una conciencia para ellos. El que acepta todas las ideas y las impresiones de las mentes desequilibradas llegará a estar confundido y perplejo. Satanás se propone apartar la atención del mensaje del tercer ángel y dirigirla a cuestiones secundarias, para que las mentes y los corazones que deberían crecer en la gracia y en el conocimiento de la verdad, queden enanos y debilitados, con el fin de que Dios no sea glorificado por ellos”.
“El mensaje es obstaculizado por hombres de una sola idea—Había precioso talento en la iglesia de -----, pero Dios no podía usar a estos hermanos hasta que se hubieran convertido. Había algunos que tenían capacidades para ayudar en la iglesia, pero que necesitaban primeramente poner en orden su propio corazón. Algunos habían estado trayendo falsas pruebas, y habían transformado sus propias ideas y nociones en criterio único, magnificando asuntos de pequeña importancia hasta hacerlos pruebas de discipulado cristiano, y colocando cargas pesadas sobre los demás. Así se había infiltrado un espíritu de crítica, un espíritu que encuentra faltas, un espíritu de disensión, que había sido un gran perjuicio para la iglesia. Y se dio a los no creyentes la impresión de que los adventistas, observadores del sábado, eran un conjunto de fanáticos y extremistas, y que su fe peculiar los hacía hoscos, descorteses y de un carácter realmente anticristiano. Así la conducta de unos pocos extremistas impidió que la influencia de la verdad alcanzara a la gente. Algunos estaban haciendo del asunto del vestido algo de primera importancia, criticando prendas de vestir usadas por otros, y manifestándose listos a condenar a cualquier persona que no adoptara exactamente sus ideas. Unos pocos condenaban los cuadros, afirmando que son prohibidos por el segundo mandamiento, y que todas las cosas de esta clase debían ser destruidas. Estos hombres de una sola idea no piensan en otra cosa sino en imponer esa cosa única que se destaca en su mente. Hace años, tuvimos que hacer frente a este mismo espíritu y a esta misma obra. Se levantaron hombres que sostenían haber sido enviados con un mensaje de condenación de los cuadros, exigiendo que toda semejanza de cualquier cosa fuera destruida. Llegaron a tales extremos que condenaron los relojes que tenían figuras, o “imágenes” sobre ellos... Unas pocas personas de ----- fueron al extremo de quemar todos los cuadros que tenían, destruyendo aun los retratos de sus amigos. Aun cuando no teníamos simpatía con estos movimientos fanáticos, aconsejamos que aquellos que habían quemado sus cuadros no incurrieran en el gasto de reponerlos. Si hubieran obrado en forma concienzuda, habrían estado satisfechos con permitir que las cosas quedaran donde estaban. Pero no debían exigir que otros hicieran como ellos habían hecho. No debían tratar de ser conciencia para sus hermanos y hermanas.
Este cuadro no sirve como sistema de adoración, oraciones o plegarias. No se le rinde culto, adoración o veneración.
Es un recordatorio visible en el que se exalta a Cristo, se conmemora su dirección sobre el pueblo escogido, y se regocija en la seguridad de la tierra nueva.
CONCLUSIÓN:
- El segundo mandamiento prohíbe adorar o rendir culto a Dios por medio de imágenes o representación alguna.
- En la Biblia se menciona que Dios instruyó hacer querubines en el lugar Santísimo, que representaban la santidad con la cual debían adorarlo.
- Tener cuadros como recordatorios o enseñanza de Dios no transgrede este mandamiento: “Mediante el empleo de figuras y símbolos, las lecciones dadas eran ilustradas y grabadas así en la memoria más firmemente. Por medio de ese conjunto de imágenes animadas, el niño era, casi desde los primeros años, iniciado en los misterios, la sabiduría y las esperanzas de sus padres y encauzado en una manera de pensar, sentir y prever que alcanzaba más allá de lo visible y transitorio: hasta lo invisible y eterno” (La educación cristiana, p. 260).
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