El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

martes, 17 de abril de 2018

LOS DOS PACTOS

Los cristianos que rechazan la autoridad del Antiguo Testamento a menudo consideran que la entrega de la Ley en el Sinaí es inconsistente con el evangelio. Concluyen que el pacto dado en el Sinaí representa una era, una dispensación, de la historia de la humanidad en la que la salvación se basaba en la obediencia a la ley. Pero debido a que el pueblo fracasó en vivir según las demandas de la ley, Dios (dicen ellos) puso en rigor un nuevo pacto, un pacto de gracia por medio de los méritos de Jesucristo. Esta, entonces, es su comprensión de los dos pactos: el antiguo basado en la ley, y el nuevo basado en la gracia.
Por más que esta visión sea común, está equivocada. La salvación nunca fue por la obediencia a la ley; el judaísmo bíblico, desde sus inicios, siempre fue una religión de la gracia. El legalismo que Pablo estaba confrontando en Galacia era una perversión, no solamente del cristianismo sino también del Antiguo Testamento mismo. Los dos pactos no son una cuestión de tiempo; sino que reflejan las actitudes humanas. Representan dos diferentes formas de intentar relacionarse con Dios, que se remontan a Caín y Abel. El antiguo pacto representa a aquellos que, como Caín, erróneamente dependen de su propia obediencia como medio de agradar a Dios; en contraste, el nuevo pacto representa la experiencia de aquellos que, como Abel, dependen completamente de la gracia de Dios para hacer todo lo que él ha prometido.



LOS FUNDAMENTOS DEL PACTO

Muchos consideran que la interpretación que Pablo hace de la historia de Israel en Gálatas 4:21 al 31 es el pasaje más difícil de su epístola. Eso se debe a que es un argumento sumamente complejo que requiere un conocimiento amplio de las personas y acontecimientos del Antiguo Testamento. El primer paso para entender este pasaje es tener una comprensión básica de un concepto del Antiguo Testamento que es crucial en el argumento de Pablo: el pacto.

La palabra hebrea traducida como “pacto” es berit. Aparece casi novecientas veces en el Antiguo Testamento y se refiere a un contrato vinculante, un acuerdo o tratado. Durante miles de años, los pactos han jugado un papel integral en la definición de las relaciones entre personas y naciones en todo el Cercano Oriente. Los pactos a menudo involucraban el sacrificio de animales como parte del proceso de hacer (literalmente “cortar”) un pacto. Degollar animales simbolizaba lo que ocurriría con la parte que fallara en guardar las promesas y obligaciones pactadas.
“Desde Adán hasta Jesús, Dios se relacionó con la humanidad por medio de una serie de promesas de pacto que se centraban en un Redentor venidero y que culminaban en el pacto davídico (Gén. 12:2, 3; 2 Sam. 7:12-17; Isa. 11). Dios le prometió a Israel, cuando estaba en el cautiverio babilónico, un ‘nuevo pacto’ más efectivo (Jer. 31:31-34) en conexión con la venida del Mesías davídico (Eze. 36:26-28; 37:22-28)”.—Hans K. LaRondelle, Our Creator Redeemer, p. 4.

¿Cuál era la base del pacto original de Dios con Adán en el Jardín del Edén antes del pecado? Génesis 1:28; 2:2, 3 y 15 al 17.
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Aunque el matrimonio, el trabajo físico y el sábado eran parte de las cláusulas generales del pacto de la creación, el punto central era el mandato de Dios de no comer del fruto prohibido. La naturaleza básica del pacto era: “¡Obedece y vivirás!” Con una naturaleza creada en armonía con Dios, el Señor no requería lo imposible. La obediencia era la inclinación natural de la humanidad; sin embargo, Adán y Eva escogieron hacer lo que no era natural y, con ese acto, no solamente quebrantaron el pacto de la creación, sino que también hicieron que sus cláusulas fuesen imposibles para los seres humanos ahora corrompidos por el pecado. Dios mismo restauraría la relación que Adán y Eva habían perdido. Hizo esto al establecer un pacto de gracia, basado en la promesa eterna de un Salvador (Gén. 3:15).

Lee Génesis 3:15, la primera promesa del evangelio en la Biblia. ¿En qué parte de ese versículo ves una vislumbre de la esperanza que tenemos en Cristo? 



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