El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

jueves, 9 de junio de 2016

ANTES DEL COMIENZO

Millones de mujeres, todos los días, se someten a los más diversos
tratamientos para quedar embarazadas y esto no es noticia nueva.
La Biblia presenta algunos casos semejantes.
Sara, al enterarse de la promesa de que su esposo sería padre de una gran
nación, y ya siendo anciana, contrató un “vientre de alquiler”, o sea, dio a luz
un hijo, a través de la esclava Agar, lo que era común en aquel tiempo.
Muchas mujeres con problemas para quedar embarazadas recurren a
tratamientos y, con exceso de hormonas, terminan fertilizando a más de un
óvulo, dando a luz a gemelos.
Fue lo que le sucedió a Rebeca, quien también tenía problemas para que
-
dar embarazada y, como no existían ginecólogos, su esposo recurrió al Es
-
pecialista. Él oró por su esposa y ella dio a luz a los mellizos Jacob y Esaú.
Muchas mujeres desean tanto tener un hijo que se someten a algunos
tratamientos que comprometen su salud. Eso fue lo que le sucedió a Raquel.
En su desesperación, ella le dijo a su esposo Jacob: “Dame hijos, o si no,
me muero”. Tuvo a su primer hijo, José, y murió al dar a luz al segundo,
Benjamín.
¿Puede imaginar la alegría de una señora rica estéril cuando el profeta
Eliseo, a manera de gratitud por la hospitalidad, le prometió un hijo? ¿Y su
decepción cuando el niño sufrió una insolación y murió? Sin embargo, la
historia tuvo un final feliz con la resurrección del niño, gracias al profeta.
Zacarías, el esposo que dudó de la promesa del Ángel del Señor, se quedó
mudo hasta que el bebé nació, para alegría de la anciana Isabel, prima de
María, la madre de Jesús.
Historias como estas, muestran cuán importante es ser madre para una
mujer.
Hasta hoy, incluso si el embarazo ocurre fuera de la planificación de la
pareja, el bebé siempre es amado y muy esperado.
Hay un pensamiento que dice que cada vez que nace un bebé, podemos
creer que Dios aún no desistió de la raza humana. Aunque eso no sea verdad,
podemos ver en ese milagro de vida y de perpetuidad de la especie, el amor
de Dios por nosotros.
Agradezca hoy por ser un milagro de Dios
Si usted es madre, agradezca por el privilegio de colaborar con Dios para
dar origen a una nueva vida. Si usted es hijo, sepa que es muy importante
para su madre. 
Versículo bíblico:
“Dame hijos, o si no, me muero” (Génesis 30:1) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario