1. Mateo
Sufrió el martirio en Etiopía, murio por una herida de espada.
2. Marcos
Murió en Alejandría, Egipto, después de haber sido arrastrado por caballos por las calles hasta morir.
3. Lucas
Fue ahorcado en Grecia como consecuencia de su tremenda predicación a los perdidos.
4 Juan
Enfrento el martirio cuando fue puesto en un enorme cazo con aceite hirviendo, durante la ola de persecución en Roma. Sin embargo, fue librado milagrosamente de la muerte. Juan fue condenado a vivir en una isla de minas, en la Isla prisión de Patmos.
Él escribió la Revelación de Jesucristo, el libro profético de Apocalipsis en esta isla de Patmos. El apóstol Juan fue liberado y regresó más tarde para servir como obispo de Edesa, en la actual Turquía. Murió viejo y lleno de amor por Jesús, es el único apóstol que murio de muerte natural y en paz, aunque con las secuelas de su martirio en aceite hirviendo.
5. Pedro
Él fue crucificado de cabeza en una cruz en forma de X. Según la tradición de la iglesia, esto sucedió porque él les dijo a sus torturadores que se sentía indigno de morir de la misma manera que Jesucristo había muerto.
6 Santiago
El líder de la iglesia en Jerusalén, fue arrojado de más de cien metros de alto, desde el pináculo sureste del templo, cuando se negó a renegar de su fe en Cristo. Cuando descubrieron que sobrevivió a la caída, sus enemigos lo golpearon hasta matarlo.
Este fue el mismo pináculo donde Satanás había llevado a Jesús durante la tentación.
Este fue el mismo pináculo donde Satanás había llevado a Jesús durante la tentación.
7. Santiago el Grande
Hijo de Zebedeo, era de oficio pescador cuando Jesús lo llamó a una vida de ministerio y predicación. Por ser un cristiano de influencia en la iglesia primitiva, Santiago fue decapitado en Jerusalén.
El oficial romano que vigilaba a Santiago, miraba asombrado como Santiago defendió su fe en Jesús durante su juicio. Más tarde, este oficial caminaba junto a Santiago al lugar de la ejecución. Impactado por la convicción de Santiago, este soldado romano declaró su nueva fe a Cristo ante el juez y se arrodilló junto a Santiago para aceptar la decapitación como castigo por ahora ser cristiano.
8. Bartolomé
También conocido como Natanael, fue misionero en Asia. Fue pregonero de nuestro Señor Jesucristo en la actual Turquía. Bartolomé fue martirizado por su predicación en Armenia, donde fue desollado a muerte por un látigo.
9. Andrés
Él fue crucificado en una cruz en forma de X en Patras, Grecia. Después de haber sido azotado severamente por siete soldados, que ataron su cuerpo a la cruz con cuerdas para prolongar su agonía. Sus seguidores informaron que, cuando fue llevado a la cruz, Andrés la saludó con estas palabras: “Durante mucho tiempo he deseado y esperado esta hora feliz.
La cruz nos evoca inequívocamente el cuerpo de Cristo colgado en ella. Andrés continuó predicando a sus verdugos por dos días hasta que expiró.
10. Tomas
Fue atravesado por una lanza en la India durante uno de sus viajes misioneros para establecer la iglesia de Cristo en esa región.
11. Judas
Fue muerto a flechazos cuando se negó a renegar de su fe en Cristo.
12. Matías
El apóstol elegido para sustituir al traidor Judas Iscariote, fue apedreado y luego decapitado.
13. Pablo
Fue torturado y luego decapitado por el malvado emperador Nerón en Roma en el año 67. Pablo estuvo en prisión por mucho tiempo, lo que le permitió escribir sus epístolas (cartas) a muchas de las iglesias que se habían formado en todo el Imperio Romano. Estas cartas nos enseñan muchos de los fundamentos de la doctrina cristiana, y forman una gran parte del Nuevo Testamento.
Tal vez esto es solo el recordatorio para nosotros, que nuestros sufrimientos aquí, son ciertamente menores en comparación con la intensa persecución y crueldad que enfrentaron los apóstoles y discípulos durante su tiempo, por su amor a Jesucristo. “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin será salvo”.
La fe no es creer que Dios puede hacerlo; !Es saber que Dios lo hará!
LA MUERTE DE JESÚS
A la edad de 33 años, Jesús fue condenado a muerte. En aquella época, la crucifixión era la “peor” muerte. Solo los mas grandes criminales fueron condenados a ser crucificado. Sin embargo, fue aún más terrible para Jesús, a diferencia de otros criminales condenados a muerte por crucifixión, pues Jesús fue clavado sobre la cruz, atravesando sus manos y sus pies.
Cada clavo era de 6 a 8 pulgadas de largo. Lo clavaron en las muñecas. No en sus palmas como comúnmente es representado. Hay un tendón en la muñeca que se extiende hasta el hombro. Los soldados romanos sabían que cuando los clavos eran martillados en la muñeca, atravesaba el tendón y lo rompían, lo que obligaba a Jesús a utilizar sus músculos de la espalda para sostenerse y asi poder respirar. Sus dos pies fueron clavados juntos, uno encima del otro. Por esto, se vio obligado a sostener todo su cuerpo sobre un solo clavo, que atravesaba sus pies. Jesús no podía sostenerse solamente con sus piernas a causa del dolor, por lo que alternaba entre arquear la espalda y luego usar sus piernas, sólo para seguir respirando. Imagina la lucha, el dolor, el sufrimiento y el coraje para soportar esto.
Jesús soportó esta tortura por más de 3 horas. Sí, más de 3 horas! ¿Te puedes imaginar este tipo de sufrimiento? Unos minutos antes de morir, Jesús dejó de sangrar. Sencillamente solo le salía agua por sus heridas. Podemos visualizar sus heridas en sus manos, sus pies, su cabeza e incluso su costado atravesado por una lanza… Pero, de verdad comprendemos que todas esas heridas fueron hechas en el mismo cuerpo vivo de Jesús?
Un pesado martillo golpeo los burdos y toscos clavos, atravesando sus muñecas y atravesando los arcos de sus pies. Posteriormente, un guardia romano perforo su costado con una lanza. Pero antes de sufrir los clavos y la lanza, Jesús había sido azotado y golpeado. La flagelación fue tan severa que le arrancó pedazos de carne de su cuerpo.
Lo golpearon tan brutalmente que su rostro estaba desfigurado y su barba había sido arrancada de su rostro. La corona de espinas penetran profundamente en el cuero cabelludo. La mayoría de los hombres no habrían sobrevivido a esta tortura. “Él ya no tenía más sangre para derramar, sólo agua derramaba por sus heridas El cuerpo humano adulto contiene alrededor de 3,5 litros de sangre; Jesús derramó 3,5 litros de su sangre.
Tuvo tres clavos enormes atravesando sus brazos y sus pies, una corona de grandes espinas en su cabeza, y además de todo esto, un soldado romano le clavó una lanza en su costado.
Todo esto sin mencionar la humillación que sufrió después de llevar su propia cruz por casi 2 kilómetros, mientras la multitud le escupía a la cara y le lanzaba piedras e insultos; la cruz pesaba cerca de 30 kilos, y era únicamente el madero donde clavarían sus brazos. Jesús tuvo que soportar esta terrible experiencia, para abrirnos las puertas del Cielo y las puertas de la vida eterna, para que podamos ser, — de forma gratuita, de la familia de Dios.
Para que todos tus pecados pudieran ser “lavados” con la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Este enorme sacrificio del hijo de Dios, JESUCRISTO, es para TODOS, sin excepción alguna. No pase por alto esta situación.
!JESUCRISTO MURIÓ POR TI!