El destino del Mundo

Dios creó nuestra historia y a ÉL nos debemos

sábado, 3 de agosto de 2019

EL SABADO, MENSAJE DE REDENCION

 Asediada, desde la caída, por servidumbres externas e internas, la humanidad ha estado siempre luchando por conseguir y mantener la libertad. ¡Cuánta sangre derramada, cuántas vidas sacrificadas a lo largo de la historia, en la lucha contra la opresión y la explotación de "los tiranos de fuera!" ¡Y cuántos recursos humanos consumidos en los múltiples esfuerzos por liberar al hombre de "los tiranos de dentro", es decir, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte! Sin embargo, el evangelio nos dice que esta doble batalla--contra los enemigos de dentro y los de fuera--ya ha sido ganada, no por esfuerzo humano, sino por intervención divina. La historia de la salvación es la historia de la acción de Dios en el tiempo y en la vida de su pueblo para liberarlo no sólo de la esclavitud física de Egipto, o Babilonia, sino también de la esclavitud espiritual del pecado y de la muerte (1 Co. 15:54-56). Para llevar a cabo esta misión liberadora, Cristo vino al mundo: "para proclamar libertad a los cautivos . . . y liberar a los oprimidos" (Lc. 4:18). La misión de la iglesia es proclamar las buenas nuevas de cómo Dios puede liberar a la humanidad del cautiverio de las tinieblas y de la muerte, y llevarla a la luz y a la vida (1 Pe. 2:9). Este mensaje ha de ser proclamado mundialmente y aceptado personalmente. El bautismo, la cena del Señor y el sábado son algunos de los medios simbólicos que Dios nos da para que experimentemos y hagamos efectiva su salvación en nuestra vida.

En un tiempo en el que las fuerzas del caos y del desorden parecen prevalecer, cuando la injusticia, la codicia, la violencia, la corrupción, el crimen, el sufrimiento y la muerte parecen dominar, Dios, por medio del sábado, recuerda a su pueblo que esas fuerzas destructivas no triunfarán, porque "todavía queda un reposo sagrado para el pueblo de Dios" (4:9). Mediante el sábado Dios nos asegura que el mundo sigue estando bajo su control y que los propósitos divinos se realizarán, a pesar de todo. El mismo Dios que creó el mundo de la nada y que liberó a su pueblo de la esclavitud del pecado y de la muerte por medio de su Hijo, "está obrando hasta ahora" (Jn. 5:17) para establecer un Mundo Nuevo donde "de sábado en sábado todos los hombres vendrán a adorar delante de Dios" (Is. 66:23). En aquel sábado final, como tan bellamente dijo San Agustín, "reposaremos y veremos, veremos y amaremos, amaremos y alabaremos."  ¿Cómo podemos celebrar, en el presente sábado semanal, ese maravilloso mensaje?

 Aquí vemos de qué manera el sábado ha sido utilizado por Dios en la Biblia para darle a su pueblo una vislumbre de su salvación presente y futura.

Un abrazo y que DIOS les bendiga
Eliseo Cuesta





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