En una época en que los intereses seculares empañan a menudo los compromisos sagrados, cuando los aparatos se han convertido para muchos en algo más importante que Dios, cuando la tiranía de los bienes materiales esclaviza tantas vidas, el sábado llega hasta nosotros como un salvavidas para rescatarnos del pantano del materialismo , elevando nuestra mente por encima del mundo visible y mostrándonos la paz de Dios para la que fuimos creados.
Dios vio que el sábado era esencial para el hombre, aun en el paraíso.Necesitaba dejar a un lado sus propios intereses y actividades durante un día de cada siete para poder contemplar más de lleno las obras de Dios y meditar en su poder y bondad.Necesitaba el sábado para que le recordase más vivamente la existencia de Dios, y para que despertase su gratitud hacia él, pues todo lo que disfrutaba y poseía procedía de la mano benéfica del Creador.
El mismo monje Agustín en uno de sus mas sublimes capítulos de sus confesiones cita una oración sobre el sábado. " ¡¡ Oh Señor Dios,Tú que nos has dado todo,concédenos también tu paz, la paz del sábado, la paz sin atardecer...............cuando terminemos nuestras obras por tu gracia, en el sábado de la vida eterna descansaremos en ti.!!
Esta interpretación espiritual y escatológica del sábado muestra el profundo aprecio que Agustín tenia por su significado.
Una de las funciones más evidentes del séptimo día, según el texto de la creación, es la de señalar la conclusión de la obra divina completa y absolutamente perfecta.
El escepticismo lleva al olvido. El que desestima el sábado, el memorial de la creación, acaba dudando del dios creador y cayendo en el escepticismo.
El trabajo es una bendición de Dios y el descanso también lo es, porque nuestro Señor quiere que nos reconciliemos con Él ese sábado que nos instituyo en los mandamientos de la ley de Dios. Es la garantía de que Dios nos escucha y está siempre dispuesto a recibirnos y nos responde; de que quiere conversar y convivir con nosotros.Nos dice que está disponible y podemos acudir a Él en cualquier momento.